Irónicas revelaciones cósmicas
Escribe Susana Polverini*
Irónicas revelaciones cósmicas recibí en estos agitados días de la política nacional en la que se discute el aumento de sueldo (dietas, perdón) de los Senadores o la capacidad o incapacidad de un experto miembro de la Justicia para llegar a la Suprema Corte.
Estoy fascinada con el descubrimiento que acabo de hacer. Siempre pensé que meditar ayudaba a hacer una lectura comprensiva de la realidad y hoy lo estoy comprobando
Días atrás debatía con una amiga el profundo dolor que causa ver cada día más personas en situación de calle, comiendo ansiosa de los restos de basura de los restaurantes
Crece la cantidad de gente durmiendo en la calle, y sin la presencia de Juan Carr.
Hay negocios que se cierran y dueños desconcertados que ven cómo se va menguando el capital que tantos años les costó construir.
- Irónicas revelaciones cósmicas
Ante estas irónicas revelaciones cósmicas, es imprescindible preguntarnos cómo ayudar en esta situación.
¿Cómo acercar soluciones que no representen una mera limosna que se agota ahí mismo?
¿Cómo preservar nuestro status cada día más venido a bajo?
Llegamos a la conclusión que tal vez tendríamos que juntarnos y generar brigadas de ayuda social e intelectual para encontrar acciones que puedan revertir esta realidad que oprime el alma y que perduran en el tiempo.
Pero en realidad no es necesario nuestros políticos, nuestros representantes, los que según nos dicen en las campañas, trabajan para el pueblo encontraron una rápida salida.
Siento orgullo por ellos.
Se aumentaron fuertemente sus ingresos para no llegar a engrosar el grupo de desfavorecidos.
Es verdad lo que dicen. Tienen que cobrar más. Es desgastante su tarea. Es arriesgada.
Por eso la solidaridad comienza por casa, y en eso no existe diferencia partidaria. Cómo no salvar diferencias en este aspecto? Tal vez pueden disentir en el porcentaje, nunca en el hecho en sí.
No hay mejor futuro para un país que una casta política bien mantenida y feliz que pueda pensar en positivo y genere buenas acciones para sus gobernados.
Alguien aportará para que nunca se corte ese chorro interminable de recursos que va a la política.
El campo puede esperar para que le bajen las retenciones. Los productores son egoístas. Tienen que reconocer que ellos sólo rabajan para ellos.
La educación también puede esperar. Los niños pueden esperar, tienen tiempo. Los maestros también. No así los politicos que se la juegan para tener una ciudadanía feliz acomodada y satisfecha. O no?
*Docente. Dirigente de Argentina Libre y Ética
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