Entre lo que queremos y lo que esperamos

Entre lo que queremos y lo que esperamos, la llegada de Rosh Hashaná y Iom Kipur nos trae una nueva oportunidad para comunicarnos.
Escriben Dario Pendzik y Ariel Gelblung*
La llegada de Rosh Hashaná y Iom Kipur nos trae una nueva oportunidad para comunicarnos.
Como directores de la oficina latinoamericana del Centro Simon Wiesenthal, una organización dedicada a combatir el antisemitismo, recibimos con frecuencia una pregunta inevitable: ¿qué pensamos del momento que estamos atravesando?
Y por supuesto, aunque duela, no hay que negar la realidad: transitamos el momento más crítico desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Ante esto, surge la gran pregunta: ¿qué mensaje esperanzador podemos transmitir?
Por supuesto que lo más fácil sería prometer que “todo va a pasar“, pero no sabemos ni cómo ni cuándo. Y aun cuando llegue ese momento, el odio no desaparecerá: se transformará, quizá disminuirá en intensidad, pero no se extinguirá; quedará agazapado, esperando una nueva oportunidad para brotar.
Entonces, ¿Eso significa que no hay lugar para deseos positivos?
De ninguna manera. El terror no puede robarnos el derecho a soñar ni la obligación de trabajar por una realidad mejor.
Los Iamim Noraim nos invitan justamente a eso, a reflexionar sobre lo que deseamos y estamos dispuestos a construir:
– El fin de la guerra y la vuelta a casa de los secuestrados.
– Paz en Medio Oriente y la construcción de fronteras seguras, pensando en cooperación y no en destrucción.
– Que nuestros estudiantes y docentes no tengan miedo de ir a sus universidades.
– Que podamos identificarnos como lo que somos sin miedo en las calles del mundo.
También reflexionamos sobre aquellas metas a lograr en nuestra región:
– Una fructífera presidencia argentina de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto, que sirva para contagiar otros países del continente, tanto en la adopción de la definición como en el deseo de participar de tal organismo.
– Que se condene a quienes tienen iniciadas causas por antisemitismo.
– Que en las próximas elecciones regionales, las sociedades latinoamericanas cambien aquellos gobiernos que han tomado el antisemitismo como política de estado.
Y finalmente, un deseo personal: que usted, lector o lectora, encuentre en este nuevo año la fuerza para concretar sus proyectos y alcanzar sus metas.
Shaná Tová Umetuká.
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*Directores del Centro Simon Wiesenthal para América Latina
**Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad en ejercicio del derecho constitucional a la libre expresión sin censura previa y no necesariamente reflejan la línea editorial de SRSur News Agency
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Este artículo me conmovió profundamente. La idea de que el odio se transforma pero no desaparece es una verdad difícil pero necesaria. Sin embargo, me alegra ver que, a pesar de ello, no debemos rendirnos a la negatividad. Los deseos positivos que se mencionan – paz, seguridad, justicia, progreso – son una luz en medio de las sombras. Desde mi perspectiva, son precisamente esas metas compartidas las que nos permiten seguir adelante. El llamado a la acción, ya sea en la política argentina, en la condena al antisemitismo o en la consecución de nuestros propios proyectos personales, es un recordatorio de que podemos construir un futuro mejor. Shaná Tová Umetuká.