Clave para que se alcancen los objetivos de un negocio
La comunicación, entendida como un simple vehículo para transmitir mensajes, no existe hace mucho tiempo. Hoy, atraviesa a las organizaciones de manera transversal, y es clave para ayudar a que se alcancen los objetivos de un negocio.
Y se hace visible, de modo muy general, a partir de todo lo que genera puertas afuera. Es decir, aquello que es medible. En algunos casos se materializa en el nivel de exposición que adquiere la marca (los atributos con los cuales se la asocia), el rol de algún vocero, o la instalación en la agenda pública de un asunto que es clave para su desarrollo.
Y allí parecen descansar los logros, el “éxito”. Gran parte de ello circula justamente a través de la red, LinkedIn. Las campañas, estrategias, lanzamientos, que tantos colegas publican para dar cuenta de su tarea.
Sin embargo, hay un aspecto del trabajo en comunicación que luce menos. Y aporta un valor diferencial a las organizaciones. Hacia adentro, se traduce a veces en conversaciones incómodas con referentes de otras áreas. Esos momentos en que “los de comunicación” levantan la mano para advertir el riesgo que supone avanzar en determinado sentido. La lectura de los posibles movimientos que esa jugada puede producir en el tablero. Porque las formas también importan.
En otras ocasiones, es la gestión extramuros la que hace la diferencia. Y se cristaliza (valga la paradoja) a través de lo que no sucede. O que, al menos, logra transformar una derrota por goleada en un empate digno. O, ¿por qué no?, hasta ganar sobre la hora con un gol es escasa factura estética.
Esas maniobras que permiten aterrizar el avión, sin que nadie advierta la turbulencia, se celebran doble. Aunque para la mayoría no resulte más que lo obvio, porque nunca es noticia el avión que aterriza.
Y sostener ese equilibrio, entre aquello que brilla y lo que no, pero genera resultados al fin, forma parte también del rol de la comunicación.
Excelente publicación.
Muchas gracias