Los rindes del trigo en zona núcleo se acercan a 60 quintales por hectárea

Los rindes del trigo en zona núcleo se acercan a 60 quintales por hectárea. Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario

Los rindes del trigo en zona núcleo se acercan a 60 quintales por hectárea. Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario

Los rindes del trigo en zona núcleo se acercan a 60 quintales por hectárea con un 40% de avance en la cosecha de este cereal, según registros de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Para los analistas de la Bolsa de Comercio de Rosario, sorprenden los promedios zonales con marcas que superan los casi 40 quintales por hectárea en lotes malos y que saltan a 80 quintales por hectárea en los lotes muy buenos. 

  • Ventana de buen tiempo, 40% de avance de cosecha y rindes soñados para el trigo

Después de varias semanas de lluvias recurrentes, llegó el buen tiempo. Las labores de recolección de trigo se desplegaron y avanzaron rápidamente hasta cubrir el 40% del área

La cosecha progresa sobre todo en el centro-sur santafesino y en el sureste cordobés; hacia el extremo sur santafesino y norte bonaerense apenas está arrancando. La trilla ha sido la gran noticia porque no sólo confirmó las altas expectativas, si no que fueron superadas.

Pero esta campaña se salió de toda lógica: “los rindes son excepcionales, nunca vistos, completamente por fuera de las estadísticas históricas”, aseguran los especialistas. 

Con este avance, el promedio de la región es de 60 quintales por hectárea, cuando el máximo valor histórico del trigo era de 47,3 quintales por hectárea.

  • Trigo 2025/26:  ¿cuáles son los resultados de cosecha en las localidades de la región?

“Los rendimientos son históricos, nunca vistos en la zona”, señalan en Marcos Juárez. Con un avance del 65% de la cosecha, el promedio están en torno a los 70 quintales por hectárea con picos de 95 quintales por hectárea y mínimos de casi 40 quintales por hectárea.

En Carlos Pellegrini, con un 60% cosechado, los rindes van de 40 a 75 quintales por hectárea.

De acuerdo a las observaciones de campo, en Armstrong, Cañada de Gómez y Totoras, los resultados se ubican entre 60 y 80 quintales por hectárea con lotes de inferior calidad o  afectados por roya del tallo que arrojan 55 quintales por hectárea y “picos explosivos” que tocan los 100 quintales por hectárea.

En Fuentes, General Lagos y alrededores de Rosario van de 55 a 60 quintales por hectárea con un avance del 30% en la trilla.

Sólo en el noroeste bonaerense se mencionan valores más magros, pero allí apenas está cosechado el 3% del área y, además, corresponden a lotes de menor calidad, con promedios de 40 a 50 quintales por hectárea.

En la zona esperan que los rindes repunten cuando la cosecha se generalice después de las lluvias previstas para este fin de semana, ya que aún hay bastante grano verde.

  • La contracara de los altos rindes, el problema de la proteína

Suele haber una correlación negativa entre rinde y proteína y ya son varios los casos con valores que están incluso por debajo de lo esperado con menos del 8%. 

“Tenés proteína de 9; 9,5; 10; 10,5%… un poco de todo, pero no hay proteína dando vuelta. Eso sí: entran con buen PH (peso hectolítrico). Es lo bueno dentro de lo malo”, resumen los técnicos de Cañada de Gómez.

En los mejores casos se alcanza a superar 9% y 10,5%. Generalmente se tratan de lotes dónde se refertilizó en espigazón o se aplicó mayor tecnología de fertilización desde el arranque.

  • Fotos de un momento único

Al fín tomó fuerza la cosecha triguera en la región central y está dejando momentos únicos que quisimos compartir gracias a la gentileza de agrónomos y productores que colaboran con GEA/BCR.

Después de tantas sequías y años muy complicados, se están multiplicando en la región núcleo estas imágenes. En la primera, los monitores de rinde de las cosechadoras de trigo explotan.

Las labores de cosecha revelan números que sorprenden a todos. Hay ejemplos, como en Armstrong, en donde hay lotes puntuales que superaron los 110 quintales por hectárea.

Al costado, algunas imágenes de monitores que resaltan el rinde corregido (con una humedad de 14%) con valores de 80 a 90 quintales por hectárea, valores equivalentes a dos cosechas trigueras y de las buenas.

En la imagen del medio, un lote de trigo a punto de cosecharse en Cañada de Gómez mostró tal nivel de desarrollo que parece una foto generada con inteligencia artificial, pero el lote es real y la expectativa es que supere los 70 quintales por hectárea. En Totoras, la foto de la cosecha del trigo y, luego, la de la siembra de soja de segunda.

Otra cosa que no se suele ver y es otra postal destacable de este inédito ciclo triguero es el gran volumen de rastrojo tras la cosecha.

Este rastrojo que va a proteger al suelo, conservando la humedad, evitando la erosión y nutriéndolo con el aporte de materia orgánica, tiene un inconveniente: ¿cómo se hace para sembrar encima la soja de segunda?

Los ingenieros de la zona explican que hay que “empezar a sembrar a media mañana. De lo contrario, se entierra el rastrojo, ya que no lo corta bien la máquina por la humedad”.

En las últimas fotos aparecen los maíces tempranos de Armstrong. Cabe destacar algo que hace muchos años no se veía en noviembre en la región centralun maíz tan bien desarrollado y con una estructura de planta que sorprende a muchos técnicos.

Desde Aldao dicen: “Está floreciendo con barro en los surcos, creció sin sufrir ningún momento de escasez”.

  • ¿Ya hay un piso de rindes para el maíz temprano en la región núcleo?

Algunos ingenieros responden que sí, ya estaría asegurado un rinde mínimo de 80 a 90 quintales por hectárea; otros, dicen que hay que esperar más.

Pero todos coinciden en dos cosas: el desarrollo que ha logrado es el cultivo es sorprendente con un estado excelente a muy bueno. Lo segundo es que las lluvias de este fin de semana van a ser muy importantes ya que el cultivo está próximo a empezar la floración en la región núcleo. 

¿Porqué? Porque con buenos acumulados de humedad estaría iniciando esta etapa con los perfiles prácticamente cargados a tope.

La campaña comenzó con reservas hídricas óptimas a la siembra y, sumadas a lluvias recurrentes casi semanales, los lotes están llegando hoy -a días de iniciar el panojamiento y entrando de a poco en el período crítico- con condiciones hídricas excepcionales.

En estas condiciones, los técnicos de María Susana destacan que, el manejo marcará la diferencia: “se va a poner en evidencia qué lotes se hicieron bien y cuáles no, sobre todo en la fertilización que se les hizo”.

A su vez, en Marcos Juárez, con perfiles llenos y maíces destacados por su desarrollo, los ingenieros comentan que ya “se podría asegurar un piso de 100 quintales”.

En Cañada de Gómez el entusiasmo es elocuente: “es una locura los maizales que hay”, y describen plantas vigorosas con tallos robustos que hasta motivaron refertilizaciones.

También en Fuentes, la postal es la misma: “es una cosa de locos lo lindo que están”.

En Aldao, alertan: “pintan para un año excelente, pero si bien ya hay 90 quintales augurados, ojo que pasar de los 90 a los 120 es un camino muy largo”.

El maíz temprano llega a finales de noviembre con el 90% de los lotes con condiciones muy buenas a excelentes.

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