El maíz es el producto argentino de exportación con mayor cantidad de destinos
El maíz es el producto argentino de exportación con mayor cantidad de destinos ya que de los 193 países reconocidos en el mundo, el grano procedente de la Argentina llegó a 93 mercados importadores desde 2020 a 2022, de acuerdo a la presentación que realizó Ramiro Costa, Economista Jefe y Gerente de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en Maizar 2024.
Ramiro Costa expuso sobre el “Impacto del Maíz en la Economía Argentina y el Desarrollo Local” y destacó que “en los últimos 20 años, el área sembrada” creció un 175% y la producción también logró un significativo crecimiento de 200%”.
Destacó que el maíz es el cuarto complejo exportador argentino porque explica 10% de las exportaciones totales mientras que el complejo maicero explica el 26% del total.
Durante la Campaña Agrícola 2023/24, el Producto Bruto Maicero alcanzó a US$ 16.200 millones que permitieron al Estado una recaudación fiscal por US$ 4200 millones mientras que las exportaciones totalizaron US$ 5.800 millones.
Los tres principales importadores concentraron 38% de las ventas externas lo que refleja reducción de dependencia de un solo mercado, mayor estabilidad en los ingresos y divisas y también mejor adaptación a las fluctuaciones del mercado global.
En contraste, los tres mayores importadores de la producción agrícola argentina concentran 97% de las ventas de soja; 83% de cebada; 75% de aceite de girasol; 62% de aceite de soja; 48% del trigo y 30% de la harina de soja.
Advirtió también que entre los aportes ambientales del agro se puede citar que para la rotación de cultivos esto es posible en el 22% del área sembrada con maíz pero alcanza el 46% en el área sembrada con gramíneas.
Además, el 90% del maíz se implanta bajo la modalidad de siembra directa y es el cultivo más tecnológico en un rango del 40%.
Reseñó que, sin embargo, la producción maicera se encuentra estancada desde hace 5 años por lo que las cantidades exportadas tampoco crecen y pierde participación en el mercado mundial.
Alertó que tecnológicamente la cadena está retrocediendo y dejó de mejorar sus indicadores ambientales y que se encuentra ante el desafío de retomar el sendero de su industrialización moderna, potenciando el vínculo entre biomasa, conocimiento e innovación y agregó que la cadena produce energía, bienes y servicios de modo que es forma parte de una agricultura virtuosa con buena performance ambiental.
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