Un poema casi desconocido de Gabriela Mistral

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Un poema casi desconocido de Gabriela Mistral a 130 años de su nacimiento.

Su abuela judía sefaradí fue doña Isabel Villanueva.

Ella fue quien la introdujo en los libros sagrados y con ella aprendió los salmos de David, las enseñanzas de los profetas y los mandamientos…

Gabriela Mistral o Lucila Godoy Alcayaga, su nombre real, nació en Chile en 1889 y fue Premio Nobel de Literatura en 1945.

Se le considera una de las principales referentes de la poesía femenina universal .

De su libro: Desolación (1922)

AL PUEBLO HEBREO*

Raza judía, carne de dolores,
raza judía, río de amargura:
como los cielos y la tierra, dura
y crece aún tu selva de clamores.

Nunca han dejado orearse tus heridas;
nunca han dejado que a sombrear te tienda
para estrujar y renovar tu venda,
más que ninguna rosa enrojecida.

Con tus gemidos se ha arrullado el mundo.
Y juego con las hebras de tu llanto.
Los surcos de tu rostro, que amo tanto,
son cual llagas de sierra de profundos.

Temblando mecen su hijo las mujeres,
temblando siega el hombre su gavilla.
En tu soñar se hincó la pesadilla
y tu palabra es sólo el ¡”miserere”!

Raza judía, y aún te resta pecho
y voz de miel, para alabar tus lares,
y decir el Cantar de los Cantares
con lengua, y labio, y corazón deshechos.

En tu mujer camina aún María.
Sobre tu rostro va el perfil de Cristo;
por las laderas de Sión le han visto
llamarte en vano, cuando muere el día…

Que tu dolor en Dimas le miraba
y Él dijo a Dimas la palabra inmensa
y para ungir sus pies busca la trenza
de Magdalena ¡y la halla ensangrentada!

¡Raza judía, carne de dolores,
raza judía, río de amargura:
como los cielos y la tierra, dura
y crece tu ancha selva de clamores!

*Poema recuperado por Tulio Astudillo, periodista chileno

Fuente: Radio Jai