El endeudamiento de América Latina no regresaría a niveles anteriores a 2020

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Tras aumentar significativamente durante la pandemia de COVID-19, es poco probable que los índices de endeudamiento de los países más grandes de América Latina regresen a los niveles anteriores a 2020 en los próximos 12-18 meses, señaló Moody’s Investors Service en un nuevo informe.

En contraste, la mayoría de las empresas no financieras calificadas por Moody’s en la región tomaron ventaja de tasas de préstamo históricamente bajas durante la pandemia  de modo que la calificadora de riesgo espera que los ratios de apalancamiento muestren una tendencia ligeramente más baja durante los próximos 12 a 18 meses.

Entre los puntos principales del análisis, señalados por Moody’s se sintetiza que:

-Es probable que las cargas de deuda de los países más grandes de América Latina se mantengan altas, lo que limitará la capacidad de los gobiernos para apoyar el crecimiento económico. El crecimiento de las deudas soberanas está coincidiendo con el rápido aumento de las tasas de interés en todo el mundo, lo que hace que su refinanciación sea cada vez más menos asequible. El costo de intereses de la deuda, medido como la relación entre el pago de intereses del gobierno general y los ingresos, seguirá comprendiendo una proporción mayor de los presupuestos de los gobiernos que antes de la pandemia. Además, a medida que los soberanos de América Latina desvían recursos fiscales para pagos de deuda e intereses en lugar de hacia inversiones en infraestructura y otros proyectos de mejora de la productividad, esto influirá sobre las perspectivas de crecimiento económico.

-El endeudamiento corporativo se mantendrá bajo a pesar de la inflación y las tensiones políticas. El endeudamiento de las empresas en América Latina ha disminuido porque las empresas generaron abundante efectivo durante la recuperación pospandemia y accedieron a tasas de interés históricamente bajas. Prevemos que el apalancamiento financiero agregado de empresas no reguladas, medido por deuda total a EBITDA, se estabilizará como resultado de menores ganancias en los próximos 12 a 18 meses, mientras que el apalancamiento de los sectores regulados continuará disminuyendo modestamente hacia los niveles previos a la pandemia, o incluso más bajos. Los emisores en los sectores regulados están dando prioridad a la reducción de la deuda en medio de un debilitamiento de las condiciones macroeconómicas que limitará el crecimiento de la demanda.

-Las tendencias de la deuda de los emisores vinculados a los gobiernos difieren según el país. Las dos petroleras nacionales más grandes de la región, Petróleo Brasileiro SA. (Petrobras, Ba1 estable) y Petróleos Mexicanos (PEMEX, B1 estable), enfrentan tendencias de apalancamiento divergentes. Petrobras ha logrado reducir el apalancamiento de su balance en los últimos años. En cambio, el equilibrio financiero de PEMEX se ha vuelto más precario al pasar de apoyar las cuentas fiscales del gobierno a depender del gobierno para respaldar sus operaciones y pago de deudas.

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