Biden fue derrotado por Trump en el debate
Biden fue derrotado por Trump en el debate de ayer.
El resultado de este debate impactó a punto tal que la convención demócrata que se reúne en agosto, evaluará el cambio de candidato para las elecciones presidenciales.
Trump, sin mucho esfuerzo, contundente pero evasivo, se impuso claramente.
Una encuesta de CNN después del enfrentamiento arrojó que 67% de los estadounidenses cree que Donald Trump ganó esta noche contra el presidente Biden, frente a sólo el 33% que cree que Biden ganó.
Thomas Friedman, el columnista más importante del New York Times escribió para su columna de hoy: ” Ví el debate y no pude evitar llorar. Biden debe renunciar a la candidatura”.
El Partido Demócrata esperaba que el debate que protagonizaron Joe Biden y Donald Trump sirviera para despejar las dudas sobre la capacidad del actual presidente de Estados Unidos para ganar un segundo mandato.
En cierto sentido, es lo que pasó: despejó dudas. No todas, pero sí muchas.
Para el diario El Mundo, de España, se despejaron dudas sobre la incapacidad de Joe Biden para ganar a Trump, para decir frases coherentes, para no parecer que sufre senilidad, entendida en el sentido del Diccionario de la RAE: “Degeneración progresiva de las facultades físicas y psíquicas”.
- Rusia y Ucrania
El candidato republicano volvió a insistir que “no deberíamos estar gastando este dinero en esta guerra”, en referencia a Ucrania y califica a Zelenski de “vendedor”
El Partido Demócrata esperaba que el debate que protagonizaron Joe Biden y Donald Trump sirviera para despejar las dudas sobre la capacidad del actual presidente de Estados Unidos para ganar un segundo mandato.
En cierto sentido, es lo que pasó: despejó dudas. No todas, pero sí muchas.
Eso sí: las dudas sobre la incapacidad de Joe Biden para ganar a Trump, para decir frases coherentes, para no parecer que sufre senilidad, entendida en el sentido del Diccionario de la RAE: “Degeneración progresiva de las facultades físicas y psíquicas”.
- Pánico Demócrata
El resultado es que, tras los 90 minutos de debate entre Trump y Biden, el Partido Demócrata había entrado en pánico y, en su mejor tendencia al faccionalismo y a la antropofagia políticos, se estaba preguntando si sería conveniente intentar lo imposible: convencer a Biden – y, sobre todo, a su mujer, Jill – de que retire su candidatura y dejar para la Convención de agosto la elección de un nuevo candidato.
Para Brett Bruen, ex miembro del Consejo de Seguridad de Barack Obama, “Biden necesita retirarse y dejar que la Convención Nacional Demócrata elija a otro candidato más capaz”.
Hasta ahora, lo que los demócratas estaban planeando era alguna sorpresa en la Convención, como más minorías o paridad de género en el gabinete.
Ahora, las apuestas de cambio, para algunos, son todo o nada. Las posibilidades de que eso suceda son remotas.
El equipo de Biden no quiere hablar de eso. Kamala Harris, su vicepresidente, saltó anoche en CNN -la cadena que organizaba el debate- diciendo que “se trata de elegir quién es mejor gobernando, no debatiendo”.
Pero la actuación de Biden había sido histórica. Históricamente mala, se entiende. Más que mala, horrible.
El mejor resumen fue el expresado por la sobria agencia de noticias Associated Press, acerca del primer tercio del debate: “Un Biden ronco da respuestas deshilvanadas, mientas que Trump contraataca con energía y falsedades”.
Para El Mundo, “efectivamente, Trump no dijo una verdad ni por casualidad”.
En el estricto formato del debate, organizado por la cadena de televisión CNN, ignoró a los moderadores, Jake Tapper y Dana Bash, a veces hasta extremos casi de comedia, como cuando éstos le preguntaron “¿qué ha hecho usted por la América negra?” y él respondió “nunca tuve sexo con una estrella porno”.
Trump diría mentiras -algunas de ellas, de verdadero manicomio, como cuando acusó a Biden de recibir dinero de China y de darle dinero a Rusia, o cuando dijo que él había sacado a EEUU “de este lío del Covid”- pero las decía bien, es decir que se le entendía.
Probablemente Trump no ganara muchos votos ayer, porque su mensaje repetía, una y otra vez, las consignas de la campaña.
Así, Trump no condenó el asalto de sus seguidores al Capitolio y se negó tres veces a decir si aceptará el resultados de las elecciones del 5 de noviembre.
Y volvió a repetir un mensaje muy preocupante para Europa: “No deberíamos estar gastando este dinero en esta guerra”, en referencia a Ucrania, donde volvió a repetir la falsedad de que “cada vez que [el presidente ucraniano] Zelenski viene a este país se lleva 60.000 millones de dólares” e insistió en llamarle “vendedor”.
Fuentes: CNN, AP Associated Press, El Mundo, Comunidades Plus
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