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Escribe José A. González*

El hombre que vino del petróleo para acabar con él es el Sultán bin Ahmed al-Yáber.

La nominación de al-Yáber para dirigir la COP28 despertó muchas críticas. Es el primer presidente que logra señalar a los combustibles fósiles como causantes del cambio climático.

Cuando el escepticismo ganaba al optimismo, un giro de guión lo cambió todo. «Muchos pensaban que no lo haríamos», pero lo hizo. La COP28 y Dubái serán recordadas por abrir la puerta al fin de los combustibles fósiles y junto a ellas estará el nombre de Sultán bin Ahmed al-Yáber. Todas sus palabras, sus gestos y sus pasos han estado bajo el escrutinio de cientos de personas en los últimos meses y, especialmente, en los últimos días. Un hombre del petróleo era el encargado de comandar la cumbre del clima. El zorro al cuidado de las gallinas, que dice el refranero español.

Mitad ingeniero y mitad hombre de negocios, al-Yáber es un viejo conocido en la esfera climática y también petrolera. Magnate del petróleo, dirige la Abu Dhabi National Oil Company (Adnoc) -la petrolera estatal de los Emiratos Árabes Unidos-, ha sido el hombre que ha luchado para abrir la puerta para el fin de los combustibles fósiles.

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Las dudas sobre su presidencia comenzaron en el primer minuto que fue designado. Más de 450 organizaciones ecologistas mandaron una carta a Naciones Unidas reclamando su cese. «Las presidencias de las COP deben estar libres de toda influencia de las compañías de combustibles fósiles», señalaba el texto.

«Es la persona mejor situada para desafiar al sector del petróleo y el gas para que ofrezcan los resultados que necesitamos», advirtió Majid Al-Suwaidi, ex embajador de los Emiratos Árabes Unidos en España y mano derecha de al-Yáber, al diario abc.es antes del inicio de la cumbre climática de Dubái.

La clave la dio en esta entrevista Al-Suawidi: «Por primera vez, el presidente de la COP es un CEO, siempre hemos tenido políticos o diplomáticos. Al-Yáber aporta una mentalidad de entrega de resultados y esta cumbre estará muy orientada a los resultados, a la acción y él aporta una mentalidad del sector privado».

Al-Yáber ha comandado esta cumbre climática como una empresa orientada a ofrecer resultados a sus accionistas: los habitantes del planeta. Para ello se rodeó de un equipo de grandes negociadores y muchos especialistas en márquetin. En las fotos que inmortalizan los hitos de esta COP28 aparece, tras al-Yáber, el antiguo máximo responsable de la Agencia Internacional de las Renovables (Irena, sus siglas en inglés), Adnan Amin, y ahora CEO de la cumbre emiratí. Un hombre con una voz autorizada en el sector y mucha influencia.

El equipo emiratí consciente del reto ante sí, poner fin a los combustibles fósiles como responsables del cambio climático, cambiaron el paso. «Siempre se presenta un texto de máximos y luego acaba rebajado. Esto pasó en Glasgow», señaló una fuente negociadora de la COP28 a este periódico. Al-Yáber presentó una primera propuesta «inaceptable», «desastrosa» para, según su equipo, «ver las líneas rojas de todos». Las posiciones totalmente alejadas y la cumbre al borde del colapso, pero 24 horas después: «Hemos hecho historia», afirmó. 200 países consensuaron un texto más o menos ambicioso, pero que abre la puerta al adiós de los combustibles fósiles.

En las horas más tensas, al-Yáber no perdió la calma. Antes del plenario final, el directivo emiratí llegó a su silla con paso firme, sabiéndose el hombre del momento y pensando la frase que tenía muchas ganas de decir: «Muchos pensaban que no lo haríamos», dijo. «Ahí que lo tenéis», pensaría.

  • Polémica tras polémica

Su nominación al frente de la COP28 no ha sido la única polémica a la que al-Yáber se ha enfrentado durante 2023. Antes de comenzar a recibir a los más de 80.000 acreditados a la cumbre de Dubái, la BBC británica avanzó que los planes del directivo emiratí iban más allá de la búsqueda de un acuerdo climático y podría aprovechar este evento para intentar expandir sus negocios, algo que contravendría claramente las reglas de la ONU para estas cumbres. «¿Piensan que Emiratos Árabes Unidos o yo mismo necesitamos la COP o la presidencia de la COP para establecer acuerdos comerciales o relaciones comerciales?», defendió al-Yáber.

Sin embargo, no fue la última polémica. Días más tarde, y con la cita ya en marcha, The Guardian reveló un webinar previo en el que el responsable del evento ponía en duda la evidencia científica y se le acusó de negacionista. Al-Yáber tuvo que salir de nuevo al paso en una conferencia de prensa para recalcar que «es inevitable la eliminación progresiva de los combustibles fósiles».

  • Vínculos con España

La atención sobre el currículum de este destacado hombre de negocios emiratí ha estado centrada en su puesto directivo en Adnoc. Sin embargo, también es la cabeza visible de Masdar, también conocida como Abu Dhabi Future Energy Company, una empresa estatal de energía renovable de los Emiratos. La compañía ofrece el desarrollo de energías limpias y desarrollo urbano sostenible y es responsable del desarrollo de la ciudad homónima, que es la sede de la Agencia Internacional de Energías Renovables.

Una de sus primeras inversiones fue en España, en tecnología termosolar. Una apuesta que se vio afectada por problemas con el Gobierno de España en la pasada década. A pesar de estos asuntos judiciales en 2020, Masdar anunció una empresa conjunta con Cepsa para el desarrollo de proyectos de energías renovables en España y Portugal. Más recientemente, la compañía verde de Abu Dabi ha firmado una alianza con Iberdrola, aunque su acuerdo afecta a un activo de Alemania. Masdar compró a la energética española el 49% del parque eólico marino alemán Baltic Eagle situado en el Mar Báltico por cerca de 800 millones de euros.

Fuente: Diario ABC de España 

*Enviado especial a Dubái del diario ABC de España 

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