Golpe de Estado en Burkina Faso abre disputa geopolítica entre Francia y Rusia
Escribe Abdul Malik*
El golpe de Estado en Burkina Faso abre una disputa geopolítica entre Francia y Rusia.
El capitán Ibrahim Taoré destituyó al teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, que en enero había expulsado a Roch Marc Christian Kaboré. La disputa geopolítica se centraliza entre Francia y Rusia.
Con el golpe de Estado en Burkina Faso, Francia pierde influencia y Rusia gana pedo en la región africana.
El golpe de estado que tuvo lugar recientemente en Burkina Faso va a tener implicaciones regionales importantes, especialmente sobre los paises del delta del Niger.
En este escenario geopolítico, Burkina Faso, vive el presente entre la violencia yihadista y los nuevos socios geopolíticos
«En 2014 hubo un movimiento social muy fuerte para remover a Raise Compaoré, que fue quien le deó el golpe a Sankara en 1987 e instauró un gobierno autoritario. En los ’90, África vivió una fiebre constitucionalista y se construyeron democracias multipartidarias, pero en Burkina Faso seguía Compaoré. Kaboré ganó en 2014. No fue un líder de la revuelta social, pero se benefició de ella. En paralelo, en la década de 2010 hubo un surgimiento del radicalismo islámico en el Sahel, con una fuerte intervención francesa a través de las operaciones Serval y Barkhane en Mali, que es el centro del conflicto, limítrofe con Burkina Faso», explica Marisa Pineau, maestra en Estudios de África por El Colegio de México y titular de las cátedras de Historia de África y Asia Contemporánea en la Universidad de Buenos Aires, citada por el diario Tiempo Argentino.
A diferencia de Mali, Burkina Faso siempre ha servido de apoyo para muchas operaciones especiales en la región occidental de África, tanto aquellas que efectuaba el ejército frances en el sahel, como el AFRICOM para todo el norte de África a través de las operaciones de vigilancia con drones, que tenian su base de operaciones a cinco kilómetros del aeropuerto de Uagadugú.
Las implicancias que puede tener el golpe de estado en la región, vienen condicionadas por una serie de factores tanto de caracter económico, social y sobre todo político, es aqui donde la nueva cúpula militar tiene su poder de apoyo social y político.
Burkina Faso, al igual que muchos países africanos, alcanzó su indepencia de Francia en 1960.
El episiodo más trascendente de la historia política de esta nación africana, y que hasta cierto punto es el que condiciona la situación política actual, fue la llegada al poder, en 1984, de Thomas Sankara, un lider carismático muy querido hasta nuestros días en casi todos los países del África Occidental.
Thomas Sankara fue asesinado por su mano derecha, el capitán Blaise Compaoré, que se hizo con el poder y se mantuvo hasta el 2014.
Blaise Compaoré siempre ha tenido el apoyo de Francia y no fue hasta después de su renuncia que las autoridades francesas procedieron a abrir un expediente de investigación del asesinato de Thomas Sankara por Compaoré.
La irrupción de Rusia en el continente, unida al creciente nacionalismo derivado del descontento en toda la región, han dado lugar a que las nuevas generaciones de altos mandos militares africanos, especialmente aquellos que tienen una ideología basada en el panafricanismo de las década de los setenta, empieza a tener un protagonismo muy importante e incluso llega a hacerse con el poder, obligando a que la colaboración militar de estos países bascule hacia Rusia en lugar de Francia.
Algo similar paso en la República Democrática del Congo, cuando los seguidores de Patrice Lumumba derrocaron a Mobutu Sese Seko, en la República Centro africana.
También ocurrió cuando la junta militar liderada por Felix Patassé derrocó a los seguidores de Jean Bédel Bokasa; en Mali contra Ba N’Daou y en Guinea contra Alpha Conde.
*Analista de geopolítica.
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