Guterres quiere terminar con el petróleo el gas y el carbón
Escribe Federico Giordano*
Guterres quiere terminar con el petróleo el gas y el carbón.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha abierto la puerta al fin de los combustibles fósiles a diferentes velocidades según cada país en un discurso pronunciado este lunes.
En el penúltimo día de la COP28, el secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que el éxito de la Cumbre del Clima de Dubái pasa inevitablemente por lograr un acuerdo sobre el fin de los combustibles fósiles, aunque abrió la puerta a que éste se haga a diferentes velocidades en función del país.
“La COP cubre muchos aspectos (…) pero un aspecto central en mi opinión del éxito será que llegue a un consenso sobre la necesidad de eliminar los combustibles fósiles en línea con el límite de 1,5 grados. Eso no significa que todos los países deban hacerlo al mismo tiempo”, dijo Guterres en una multitudinaria comparecencia ante la prensa este lunes.
Tan sólo quedan unas 24 horas para el fin oficial de la COP28, pero “aún quedan unas cuantas brechas que cerrar”, ha lamentado el secretario general de Naciones Unidas, que dijo a los negociadores que es el momento de demostrar “máxima ambición y máxima flexibilidad”.
El principal escollo para el progreso de las negociaciones es la inclusión de “responsabilidades explícitas” para los países desarrollados a la hora de financiar a las naciones en desarrollo para que puedan adaptarse al cambio climático, según indicaron fuentes conocedoras del proceso a la Agencia EFE.
- Un acuerdo inminente
Las negociaciones, que se realizan a puerta cerrada, pueden avanzar “en cualquier momento” y destrabarse incluso este mismo lunes, a pesar de los “retrasos” y la “desconfianza entre países desarrollados y en desarrollo por la falta de cumplimiento de promesas”, según las mismas fuentes.
El objetivo de adaptación -las medidas que hay que tomar para adecuar economías, sociedades y políticas a la emergencia climática- tiene cuatro principales puntos de conflicto, siempre entre dos bloques: los países desarrollados, por un lado, y los países en desarrollo, por otro.
“El preámbulo del documento está siendo problemático, pues se busca que se mencione cuanta y cuál es la responsabilidad de los desarrollados a la hora de dar apoyo a la adaptación. Los países en desarrollo quieren reflejar que no hay recursos”, indicó la fuente a EFE.
- Recuperación de la confianza
Los “repetidos incumplimientos” por parte de los países desarrollados de sus compromisos climáticos es un tema clave en todos los puntos de debate, en el que también hay divergencias “técnicas” para establecer “metas y porcentajes” de apoyo, según indicaron las fuentes a EFE.
Sin embargo, el tema más complejo de resolver parece ser “cuánto se exige”.
“Los países en desarrollo piden que el texto sea explícito. Siempre se entiende que se parte de la desconfianza. Y uno de los grandes puntos es que haya varias formas de financiación, no sólo pública, cómo piden los desarrollados”, añadió.
En este tema hay varias aristas, como por ejemplo “analizar lo complicado que es asegurar cuánto es el mínimo que se necesita para los objetivos de adaptación. Falta una métrica, tiene que haber ciencia que lo respalde. Y todo tiene que ser transparente”.
“Los desarrollados exigen en este aspecto que haya un robusto esquema de gobernanza y que quede claro qué se paga, asegurar que vaya a objetivos climáticos concretos. Vamos, que se gaste bien el dinero. Los no desarrollados reclaman la urgencia de activar fondos y, una vez más, recibir confianza”, señaló.
- Se retrasa el acuerdo
Negociadores, observadores y periodistas esperaban amanecer en la mañana de este lunes con un primer borrador público del principal texto que se negocia en Dubái, el balance global del Acuerdo de París, el documento que marcará el nivel de ambición climática en lo que resta década.
Sin embargo, el documento no ha salido a la luz, haciendo crecer los temores de que el fin de la cumbre, previsto para la mañana del martes, se atrase.
No sería la primera vez: dos de las últimas cumbres, la de Madrid en 2019 y la de Egipto en 2022, han marcado el récord de las más largas, hasta la fecha, alargándose un día y medio o casi dos más de lo previsto.
Aunque hay varios puntos importantes en negociación en este balance global, toda la atención está puesta en un párrafo concreto, el relativo al fin de los combustibles fósiles.
Aquí los países han planteado varias opciones, que van desde las más ambiciosas a la menos. Una posibilidad plantea pedir el fin de “todos” los hidrocarburos “en línea” con los escenarios del Grupo Intergubernamental de Expertos de la ONU para limitar a 1,5 grados el calentamiento global y con los “principios del Acuerdo de París”, mientras que otra marca el “pico” en su consumo en esta década.
Pero sigue habiendo una última opción, la de que no haya ningún texto en este sentido, que muestra que las posiciones siguen encontradas en este punto.
En cualquier caso, el hecho de que se debata acabar con los combustibles fósiles es todo un hito para una cumbre del clima.
Antes, en los textos finales de estas conferencias se aludía a las emisiones en general, pero no se concretaba su principal causante, los hidrocarburos.
En la cumbre de Glasgow, hace dos años, aparecieron por primera vez, pero con un lenguaje considerado “débil” por los países más ambiciosos y los ecologistas.
Ahora, este lenguaje se endurece, aunque será el documento de conclusión de la cumbre lo que determine si se mantiene o no.
Fuentes: EuroNews, EFE y RTVE
*Corresponsal de SRSur News Agency para España y Medio Oriente
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