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Escribe Sal Emergui*

Hamás agradece a España la “postura clara y audaz” del presidente Pedro Sánchez sobre la guerra en Gaza.

El agradecimiento del grupo jihadista a las palabras de Sánchez aumentó el malestar del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel.

A 24 horas después del mayor encontronazo retórico y diplomático entre Israel y España de las últimas décadas, el grupo jihadista Hamás intervino para agradecer las palabras del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez -y también del primer ministro belga, Alexander De Croo- contra la masiva ofensiva militar israelí lanzada en respuesta al ataque terrorista del pasado 7 de octubre.

“Apreciamos la postura clara y audaz del primer ministro belga, Alexander De Croo, que afirmó su rechazo a la destrucción de Gaza y al asesinato de civiles, y del español Pedro Sánchez que condenó las matanzas indiscriminadas del Estado ocupante contra civiles en la Franja“, había comunicado Hamás elogiando también a Sánchez por plantear “la posibilidad de que su país reconozca unilateralmente el Estado palestino, si la Unión Europea no da este paso”.

Tras conocer el elogio de Hamas, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Eli Cohen, escribió en la red X: “Las felicitaciones de la organización terrorista Hamás a los primeros ministros de España y Bélgica son vergonzosas y deshonrosas”. “No olvidaremos quién nos apoya en estos tiempos y quién apoya a una organización terrorista asesina que retiene a más de 200 rehenes”, reaccionó con la misma dureza con la que el viernes, tras los discursos en el paso fronterizo egipcio de la Franja de Gaza, anunció que convocaría a los embajadores de los dos países para una “reprimenda”.

Sánchez había afirmado que “el momento ha llegado para que la comunidad internacional, especialmente para que la UE tome una decisión sobre el reconocimiento del Estado palestino. Merecería la pena que muchos miembros de la UE lo hiciéramos juntos, pero si eso no ocurre España tomará sus propias decisiones”. En este sentido mientras Sánchez apoya la creación de un Estado palestino junto a Israel, Hamás, reconocido también por la UE y EE.UU. como grupo terrorista, pide que sea en lugar de Israel.

Pero el malestar generalizado israelí –que va mucho más allá de la derecha liderada por el primer ministro Benjamín Netanyahu– explotó porque de sus palabras se puede deducir que Sánchez acusó a Israel de asesinar civiles de forma intencionada e indiscriminada en la guerra contra Hamas.

Dado que no es la primera vez que Sánchez o alguien de su Gobierno acusa a Israel, el “problema” fue también el timing y localización de sus palabras. En una de las jornadas más dramáticas de su país, los israelíes esperaban el viernes por la tarde y por primera vez desde el 7 de octubre la llegada de niños y ancianas secuestrados. Con los nervios a flor de piel, sólo vieron a Sánchez y De Croo en el paso fronterizo de Rafah. Su presencia allí no se entendió entre otros motivos porque no tenían nada que ver con el acuerdo de cuatro días de tregua. Sus palabras contra la ofensiva israelí acabó traduciendo el enfado en las redes y medios en la reacción oficial de Israel.

Netanyahu criticó las declaraciones de Sánchez y De Croo por “no responsabilizar plenamente a Hamás por sus crímenes de lesa humanidad y que masacró a nuestros ciudadanos y utiliza a los palestinos como escudos humanos”. Cohen, que en pocas semanas debe ser sustituido por Israel Katz (rotación decidida hace un año) tildó dichas palabras como “apoyo al terrorismo” y convocó a la embajadora española, Ana Sálomon Pérez.

Sorprendida por la reacción israelí, España recordó que Sánchez condenó los ataques de Hamas en su intervención en Egipto y replicó con la misma moneda al convocar a la embajadora israelí Rodica Radian-Gordon. Tras rechazar “categóricamente” las acusaciones de su homólogo israelí, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, las definió como “totalmente falsas, fuera de lugar e inaceptables”.

Un evento tan dramático como la guerra en Gaza ha destapado un factor político latente en las relaciones entre Israel y España en los últimos meses. Mientras Netanyahu formó hace un año su Gobierno más derechista (matizado con la entrada del partido centrista de Benny Gantz debido a la guerra), la coalición de Gobierno de Sánchez incluye algunos ministros y diputados claramente antiisraelíes. Entre ellos dos nuevos ministros que no condenaron el ataque de Hamas en el Parlamento Europeo. El choque político, pues, era inevitable más allá de las excelentes relaciones bilaterales en numerosos campos.

Fuente: El Mundo

*Corresponsal de El Mundo en Jerusalén 

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