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Indonesia buscar crecer 8% en los próximos años, rompiendo los límites con una estrategia realista de la nueva política económica nacional. 

Escribe Andi Killang*

Con disciplina fiscal, reformas estructurales audaces y un compromiso con una economía verde y la digitalización nacional, Indonesia tiene una gran oportunidad de superar sus límites históricos de crecimiento económico.

El Ministro de Finanzas de la República de Indonesia, Purbaya Yudhi Sadewa, en el foro “Nuevo Orden Económico” de la Cumbre Diaria del Inversor 2025, celebrada en el Centro de Convenciones de Yakarta (JCC) el jueves 9 de octubre de 2025, expuso la nueva dirección de la política económica nacional.

El objetivo de un crecimiento económico del 8% en los próximos tres o cuatro años no es simplemente una ambición política.

Es una visión estratégica para reafirmar la posición de Indonesia como potencia económica de ingresos medios que avanza hacia el desarrollo.

Este optimismo llega en el momento oportuno. El mundo atraviesa actualmente una fase de transición económica global: de una economía basada en las materias primas a una economía basada en la innovación y el valor añadido.

Indonesia, con su potencial en recursos naturales, su dividendo demográfico y su ubicación geográfica estratégica, tiene una gran oportunidad de dar un salto cualitativo.

Sin embargo, esta oportunidad sólo se hará realidad si las estrategias de desarrollo se implementan de forma consistente, mensurable e inclusiva.

  • Construyendo una base estructural sólida

El primer paso crucial es la reforma estructural y la desregulación de la inversión. El gobierno necesita reorganizar su sistema burocrático, que sigue siendo complejo e insensible a la dinámica del mercado global.

La seguridad jurídica, la transparencia fiscal y la estabilidad regulatoria son esenciales para que Indonesia pueda atraer inversión a largo plazo.

Un enfoque “proempresarial pero justo” debe ser un principio clave en la política económica nacional.

Las empresas, tanto grandes como pequeñas, necesitan igualdad de oportunidades para crecer y contribuir a la economía nacional.

  • Sinergia fiscal y monetaria

Un alto crecimiento requiere una estrecha sincronización entre las políticas fiscales y monetarias.

En este objetivo, el déficit fiscal debe orientarse hacia la financiación productiva: desarrollo de infraestructura, formación profesional y fortalecimiento del sistema nacional de salud.

El Banco de Indonesia y el Ministerio de Finanzas deben colaborar estrechamente para mantener la estabilidad macroeconómica: controlar la inflación, fortalecer el tipo de cambio de la rupia y garantizar la disponibilidad de liquidez para el sector real.

La armonización de políticas entre ambas autoridades consolidará la confianza de los inversores y la estabilidad a largo plazo.

  • Infraestructura y transformación digital

La infraestructura equitativa sigue siendo el principal motor de la igualdad económica.

Sin embargo, ahora es necesario centrarse en la calidad de la conectividad y la eficiencia logística, en lugar de en la cantidad de proyectos.

Los proyectos estratégicos nacionales deben orientarse a la creación de nuevos polos económicos en las regiones, en particular en el este de Indonesia.

Al mismo tiempo, Indonesia necesita acelerar la transformación digital como nueva fuente de crecimiento.

El fortalecimiento del ecosistema digital nacional -mediante la expansión de la red 5G, el desarrollo de centros de datos y el impulso a las startups tecnológicas- creará una economía más resiliente, adaptable y altamente competitiva.

  • Descenso y economía verde

En la política industrial debe enfatizar la valorización de los recursos naturales y la industrialización verde.

La producción con valor añadido no sólo expande el empleo, sino que también aumenta la resiliencia de la economía nacional ante las fluctuaciones de los precios internacionales de las materias primas.

La transición hacia la energía limpia, los vehículos eléctricos y la financiación verde es inevitable.

Indonesia debe asumir un papel de liderazgo regional en la transformación hacia una economía baja en carbono, sin sacrificar el crecimiento ni el bienestar público.

  • Diplomacia económica y expansión del mercado global

Para apoyar el objetivo de crecimiento del 8%, la diplomacia económica debe ser un instrumento clave de la política exterior.

El gobierno necesita expandir las redes comerciales internacionales mediante Tratados de Libre Comercio (TLC) y Acuerdos de Asociación Económica Integral (ACEP) con países con potencial en América Latina, África y el sur de Asia.

El Ministerio de Comercio y el Ministerio de Asuntos Exteriores deben trabajar en sintonía, fortaleciendo el papel de los representantes comerciales en el exterior para que sean más proactivos en la apertura de nuevos mercados.

La marca “Hecho en Indonesia” debe promoverse sistemáticamente como símbolo de calidad, innovación y sostenibilidad.

  • Excelentes recursos humanos y gobernanza limpia

No puede haber crecimiento económico sostenible sin recursos humanos de calidad y una gobernanza transparente.

Las reformas en educación y formación profesional deben estar alineadas con las necesidades de la industria moderna, mientras que la digitalización burocrática y la implementación de los principios de meritocracia deben extenderse a todas las instituciones públicas y empresas estatales.

Erradicar la corrupción no debe ser un mero ejercicio moral, sino formar parte de la cultura institucional.

Sólo mediante una gobernanza transparente y responsable se puede fortalecer la confianza del público y de los inversores de forma sostenible.

  • Sinergia, Consistencia y Coraje

Lograr un crecimiento del 8% no es un sueño, sino una prueba de valentía y coherencia en la política nacional.

El gobierno debe ser audaz al tomar decisiones que no siempre son populares, pero que tienen un impacto estructural en el futuro del país.

Un alto crecimiento no se logrará con una sola política, sino con la coordinación armoniosa de políticas intersectoriales entre el gobierno, el sector privado, la academia y la sociedad civil.

Este tipo de colaboración sentará las bases de una economía resiliente, inclusiva y sostenible.

  • Indonesia toma impulso para mejorar

Este optimismo expresado por el ministro de Finanzas, Purbaya Yudhi Sadewa, no es mera retórica, sino una señal de que Indonesia se prepara para dar un salto histórico.

El objetivo de crecimiento del 8% es ambicioso, pero no imposible.

Con disciplina fiscal, reformas estructurales audaces y un compromiso con una economía verde y la digitalización nacional, Indonesia tiene una gran oportunidad de superar sus límites históricos de crecimiento económico y afirmarse como una nueva potencia económica respetada en Asia y el mundo.

*Profesional de negocios internacionales y observador económico global, activo en la promoción del comercio, el turismo y la inversión de Indonesia en la región de América Latina y el Caribe (Amlatkar). Corresponsal de SRSur News Agency en Indonesia 

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