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China presiona a Milei e intenta definir la relación con Argentina. A pesar de que tanto el presidente Javier Milei como la Canciller, Diana Mondino expresaron que no se impedirá el comercio de privados con los mercados, al gobierno de Xi Jinping le urge una definición política y amenaza con un cross default.

Escribe Antonio D’Eramo* 

La era Milei, es el fin de las relaciones carnales con China?

El Presidente Javier Milei y su Canciller, Diana Mondino, reciben a un alto enviado de Xi Jinping en la Casa Rosada. En Beijing hay malestar por el ninguneo diplomático de Milei y amenazan con un cross default.

La relación bilateral entre el Partido Comunista de China que comanda con mano de hierro el presidente de la República Popular, Xi Jinping, con la nueva administración nacional del presidente libertario, Javier Milei, ingresó en una zona de altísima tensión que desafía la proverbial paciencia estratégica de China.

En las últimas horas se han anotado desplantes y pedidos de explicación del rumbo y del nuevo alineamiento que propone la administración de Javier Milei para la Argentina en el orden internacional.

Por el lado del destrato, ese es el sentimiento que tienen los funcionarios de Beijing, porque aún no saben cual será el reemplazante del embajador saliente Sabino Vaca Narvaja, un dirigente del kirchnerismo alineado con los intereses de la potencia asiática.

Actualmente, a la embajada nacional la conduce la secretaria Marcela Barone, hecho que para la cúpula política china es casi un insulto.

Los pedidos de explicación de funcionarios de China ante el enigma Milei, así lo consideran los analistas de Beijing, se multiplican y toman forma en la reunión que sostienen en Buenos Aires, por estas horas, la ministra de relaciones exteriores, Diana Mondino, y el propio Presidente Javier Milei, con Weihua Wu, vice presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China, que llegó al país para la asunción presidencial del domingo 10, en lugar del presidente Xi Jinping.

Xi Jinping puede prescindir de los encuentros cara a cara por cuestiones protocolares o temas menores pero no los deja de lado cuando se trata de prestar dinero.

En ese sentido, como cuando cualquier persona se dirige a pedir un crédito a una institución financiera, la transacción comercial se realiza de cuerpo presente. Alberto Fernández podrá explicarlo mejor en sus memorias cuando recuerde como, no recuperado del todo por una descompensación producida en la ronda del G-20 de Bali, debió levantarse de su lecho de enfermo para mirar a los ojos y sostener la mano de Xi Jinping que, inmediatamente, destrabó un swap en yuanes renminbi  por  5.000 millones de dólares.

El swap es un intercambio de divisas entre dos países que actúa como un préstamo contingente entre bancos centrales. En este caso, el Banco Central (BCRA) le da pesos al Banco Popular de China (BPC), y el BPC le entrega yuanes al BCRA. El swap con China no tiene costo mientras se encuentre inactivo.

Ahora bien, esta metodología financiera que se genera a raíz de la crisis monetaria más grande que haya conocido la Argentina, puede caerse a pedazos si continúan los malentendidos entre los dos gobiernos y, un tema no menor, si Javier Milei persiste con un trato que su par Xi Jinping no considera apropiado para continuar “las relaciones carnales” inauguradas por el kirchnerismo.

Lo que se discute por estas horas en la Casa Rosada es el riesgo inminente de entrar en un default en cadena con China cuestión que podría ocurrir si Milei decide profundizar el congelamiento de las relaciones con el gigante asiático.

Por ejemplo, si la administración de Javier Milei decide suspender la construcción de dos centrales nucleares, cuyos acuerdos dejo preparados la gestión de Alberto Fernández-Vaca Narvaja, o frenar las obras en el Belgrano Cargas, en Beijing podrían declarar el default por deudas impagas antes de la rescisión de los contratos. 

La cuestión se agrava porque existe una cláusula que une las obras de las represas en Santa Cruz con las obras ferroviarias. O sea, se podría producir un default en cadena.

Como las réplicas en un terremoto, inmediatamente, se produciría la declaración de un default financiero de parte de la República Popular que terminaría por afectar aún más, sí, eso es posible, al balance del Banco Central argentino.

Para muchos, los encuentros diplomáticos del día de la asunción de Javier Milei fueron fundamentales para comprender hacia donde se dirigen las relaciones de la Argentina con el mundo pero la reunión del día 1 de su mandato con el enviado de Xi Jinping representa la bilateral más relevante de los últimos tiempos para el destino de la Nación.

*Periodista argentino, Filósofo,  Columnista de Noticias Argentinas

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