23/11/2024
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Cierra el capítulo de un imperio mediático que se vendió en US$ 600 millones

Con la muerte de Constancio Vigil, el mercado de medios perdió a uno de sus mayores protagonistas de los últimos 50 años de la comunicación y el poder en la Argentina y con él cierra el capítulo de un imperio mediático que se vendió en US$ 600 millones.

“Constancio Vigil fue uno de los más grandes y, tal vez, el primer empresario periodístico poderoso de la Argentina porque él heredó la Editorial Atlántida. Ya en los años ’70 era poderosísimo. Cuando se privatizan los medios él queda con Telefé y compra Radio Continental. Después se asoció con Moneta, con Telefónica, y unen intereses en el grupo CEI. Así, compran parte de Torneos y Competencia (TyC). Pero la familia Vigil sale de todos esos grupos a cambio de US$ 600 millones y después compran una parte de Canal 9, asociados con Daniel Haddad, en una sociedad que dura muy poco, no más de 7 meses. Allí, Moneta compra esa parte en 2003, y Constancio ya se retira de los medios”, relató a SRSur News Agency el empresario Eduardo Martín Rodríguez Flores.

En la industria editorial, vendieron el complejo de revistas a Televisa, aproximadamente en US$ 200 millones, en torno a 2006. Vendieron Radio Continental en US$ 90 millones y Telefé en US$ 500 millones.Se estima que la venta de sus acciones a Telefónica de España le reportaron unos US$ 1.000 millones. Aún así, la familia Vigil puede tener actualmente un patrimonio cercano o superior a los US$ 1.500 millones. Salieron del mercado aunque no tenían necesidad de vender.

El grupo Vigil, en la década de 1990 tenía Telefé, Continental, FM Hit que era la más escuchada, sumado al complejo editorial integrado por las revistas El Gráfico, Gente, Billiken, Chacra. Tenían un imperio que no ampliaron porque no ingresaron a la industria del cable, lo que sí hizo el Grupo Clarín.

Vigil fue uno de los empresarios más importantes que financió la campaña de Menem en los años ’90 pero tenía un poder propio aún antes de que el político riojano ejerciera la Presidencia de la Nación durante 10 años en la Argentina. Sus revistas vendían más de 2 millones de ejemplares por edición. Sólo Billiken, dedicada al público infantil, llegó a vender 1 millón de ejemplares por semana. El Gráfico venía no menos de 700.000 ejemplares semanales.

El anecdotario periodístico destaca este día que Constancio Vigil se había dormido en el avión y no despertó al aterrizar el vuelo en Miami. Le quedó pendiente el encuentro con el padre del futbolista Lionel Messi, y ver hoy en el campo de juego a este deportista que por su estilo de vida y su carisma ha superado con creces la idolatría que no supo portar aquel Diego Maradona profanamente deificado a pesar de su escaso apego a las virtudes del deporte y de los hombres.

Constancio Vigil fue padre de 6 hijos, hoy de 59, 58, 56, 52 y los menores de 2 y 1 año, respectivamente y con él se pierde a uno de los mayores pilares del periodismo de los últimos 50 años de la vida política y empresarial de la Argentina.

Tenía 86 años. Falleció mientras volaba hacia Miami. Quería asistir a un partido de Lionel Messi en su nuevo club. Había abordado el avión de American Airlines a las 21:00 horas del viernes. Al llegar a destino, a las 05:07 de este sábado, el personal de la aerolínea constató que Vigil había fallecido durante el viaje. Poco antes de llegar al aeropuerto de Miami, se había despertado. Fue después del desayuno cuando volvió a cerrar los ojos y cuando quisieron despertarlo para descender, no reaccionó.

Su padre y su abuelo eran uruguayos, pero éste último se radicó en Buenos Aires en 1908 cuando tuvo que dejar su país por motivos políticos.

  • La última entrevista

En enero pasado, Vigil fue entrevistado por el periodista Pablo Sirvén, de La Nación, que le preguntó “¿Por qué dos bebés ahora?”, y la respuesta del empresario fue: “El razonamiento mío es que tengo 86 años. Pensé que Emma, en algún momento, seguramente se va a quedar sola sin papá y sin mamá. Por eso buscamos un hermano para que entre los dos se ayuden y no estén solos en el mundo”.

Entre los motivos por los cuales vivía en Uruguay, citó la inseguridad y la presión impositiva. En la entrevista con Sirvén, definió que “la Argentina es un país inconcebible, tiene de todo. Está habitada por gente a la que no le gusta trabajar. Es una tragedia esto. Suponiendo que se ponga bien no va a encontrar, como se encontraba antes, gente muy talentosa. ¿Por qué? Porque la mayoría de la gente no estudia”.

También se declaró “defensor brutal del campo, porque en la Argentina es lo único que realmente funciona bien, no hay nadie que nos gane”.

Pese a esta visión negativa del panorama nacional, su hijo asegura que tenía deseos de volver a la Argentina, cuando terminase “el desorden político”, porque extrañaba. 

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