El separatismo narcomapuche se reactivó en Chile
Escribe Ricardo Sarmiento*
El separatismo narcomapuche se reactivó en Chile con el cruel asesinato de tres carabineros cuyos cuerpos fueron calcinados luego dematarlos y robarles armamento.
Esta violencia es capitaneada por la Coordinadora Arauco Malleuco (CAM), que prohijó una decena de organizaciones armadas en la Región de la Araucanía, en Chile, y que apadrina también a la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) que opera en territorio argentino, llamado “puel mapu” (tierra del Este) en lengua mapuzungdum.
Se puede decir terrorismo o separatismo narcomapuche porque la sesesión que se proponen estos grupos violentos minoritarios entre mapuches de Chile y Argentina, están actualmente alentados por organizaciones narcotraficantes asociadas como son la ETA y las FARC.
Esta sociedad entre la ETA y las FARC data ya de algunas décadas. En su etapa de organización armada separatista en España, comenzó a proveer armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas.
En los primeros tiempos, las FARC pagaban las armas con moneda dura como el dólar. Pero con la declinación del redituable delito del secuestro extorsivo en Colombia, las FARC comenzaron a enviar el mayor producto exportable de Colombia, fuera del café: la cocaína.
Así fue que la ETA dejó las armas en una aparente decisión de reconocimiento y respeto a las normas de convivencia democrática de España. Pero en realidad se erigió en un protagónico actor en el negocio del narcotráfico europeo.
En febrero de 2012, España capturó una célula completa de la ETA especializada en el negocio narcoeuropeo.
ETA y FARC incideron en los violentos disturbios de Santiago de Chile en 2019, cuando hordas coordinadas provocaron en simultáneo, numerosos incendios en la capital chilena destruyendo y saqueando iglesias, edificios públicos, universidades y estaciones clave del metro santiaguino, una de las redes latinoamericanas más modernas del transporte subterráneo de pasajeros.
Antes de los incendios, las FARC entrenaron en tácticas de guerrilla urbana y de monte, a 35 miembros de los grupos violentos creados por la CAM.
Informes de inteligencia indicaron que dos semanas antes de los incendios de Santiago de Chile, el separatismo narcomapuche recibió adoctrinamiento y apoyo de las FARC, el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y del G2, el organismo de contrainteligencia que el régimen dictatorial y corrupto de Cuba, a puesto en operaciones en varios países de América Latina.
Inclusive, pertenecería al G2 una mujer hallada, sin vida y semicalcinada, a pocas cuadras del departamento del Fiscal Alberto Nisman muerto en confusas circunstancias 24 horas antes de asistir a presentar sus investigaciones sobre el atentado antisemita en la AMIA, ante el Congreso Nacional argentino.
La ETA está vinculada orgánicamente con los mapuches desde que en 2005 se instaló en Santiago de Chile una militante francesa que fue desde entonces una ideóloga del separatismo de la Araucanía, incluyendo una franja de la Patagonia argentina con el objetivo de establecer un corredor bioceánico para el narcotráfico en sociedad con las FARC.
Esta imagen publicada por Carabineros de Chile muestra el vehículo quemado donde tres policías fueron asesinados, en una zona mapuche en Cañete, región del Biobío, Chile, el 27 de abril de 2024.
- Las crónicas provenientes de Chile
El asesinato, afirman investigadores a El Mercurio, se trató de “terrorismo puro y duro”.
Aún así, el ´número dos´ del Ministerio del Interior de Chile, Manuel Monsalve, anunció que el Gobierno interpondrá una querella por “homicidio contra carabineros, por infracción a la ley de armas y por organización criminal”, dado que por “ley antiterrorista” no se podrían aplicar “las penas más altas”.
En este sentido, Monsalve indicó que esta decisión, si entregan las pruebas necesarias, “implica cadena perpetua calificada”, por lo que así estarían “apuntando a las penas más altas”, según indició la emisora de radio Biobío Chile.
Según una línea de investigación, los tres oficiales asesinados estaban patrullando para controlar medidas cautelares a personas con arresto domiciliario por la comunidad de Cañete, provincia de Arauco, cuando se enzarzaron en un tiroteo con atacantes desconocidos quienes, tras matar a los agentes, procedieron a prender fuego a su vehículo con ellos dentro.
La quema del vehículo blindado en el que se trasladaban los carabineros habría tenido como objetivo borrar evidencia, dicen conocedores de las pesquisas.
Esto, porque -presumen- los mismos asesinos de los carabineros habrían conducido desde un primer sitio del suceso, donde les habrían disparado, hasta el segundo, donde se incendió la camioneta, a la altura del kilómetro 24 de la ruta P-72-S, de Cañete. Según la indagatoria, el primer sitio del suceso estaría camino a Tirúa, lugar donde los policías habrían concurrido a efectuar el control de una medida cautelar.
Otras versiones publicadas en la prensa Chile especulan con que los carabineros fueron emboscados, reducidos, maniatados y después asesinados antes de que fuera incendiada su camioneta.
El hallazgo de los cuerpos fue realizado por personal del bomberos, quienes llegaron al lugar tras recibir un aviso sobre el incendio del vehículo.
Un dato clave con el que cuenta la investigación, además del lugar en donde se encontró la camioneta calcinada, sin la posibilidad de obtener huellas, es la señal de GPS del vehículo, que se activó por última vez en Quidico- Costa, dentro de una comunidad donde los tres policías iban a realizar el control, indicó La Tercera.
Además, los cuerpos de Carlos Cisterna, Sergio Arévalo y Misael Vidal fueron encontrados en el camioneta sobre la ruta P-72, donde se encuentran cuatro comunidades radicales, mientras que otras pistas apuntan a las organizaciones Weichan Auka Mapu (WAM), que funciona de forma “paramilitar” desde 2016 y a la que se le han atribuido homicidios y ataques a escuelas, iglesias y predios, puntualizó el medio chileno, y a Resistencia Mapuche Lafkenche (RML), que en 2022 estuvo detrás del acto “terrorista”, como calificó el presidente Gabriel Boric, contra el complejo industrial Molino Grollmus.
- El motivo del ataque
Primero había varias tesis sobre los hechos y el móvil del triple crimen, las que incluían posible acto de crimen organizado de tipo narco, sin descartar la participación de extranjeros, debido a la “crueldad” de los hechos.
Sin embargo, la causa ha ido decantando en una línea de investigación contra grupos conformados por chilenos, una asociación ilícita, y como el objetivo de estos grupos sería infundir terror, pero también “autofinanciarse”, se analiza ahora con fuerza el robo de armas.
Según un escrito de la causa, solo el sargento primero Carlos Cisterna portaba “una pistola, con 30 municiones de 9 milímetros, una UZI, con 50 municiones 9 milímetros, un chaleco antibalas y casco balístico”. Y se detalla, además, que el cabo primero Misael Vidal fue al lugar con “una pistola, con 30 municiones 9 milímetros. Una Uzi, con 50 municiones 9 milímetros, chaleco antibalas y casco balístico”.
Mientras que el cabo primero Sergio Arévalo portaba, según registro del libro de la Cuarta Comisaría de Los Álamos, “una pistola, con 30 municiones 9 milímetros, una escopeta, chaleco antibalas, casco balístico y cámara corporal Go Pro”.
Todos elementos robados en el sitio del suceso, aunque se desconoce si la cámara corporal fue consumida por el fuego.
*Director/Editor de SRSur News Agency
**Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad en ejercicio del derecho constitucional a la libre expresión sin censura previa y no necesariamente reflejan la línea editorial de SRSur News Agency.
Seguinos en X: @SRSur_Agency Instagram: @srsurnewsagency