Brasil es el país más complejo para invertir pero aún así es un mercado atractivo
Brasil es el país más complejo para invertir pero aún así es un mercado atractivo para inversiones en general, con más de 213 millones de habitantes y abundancia de recursos naturales.
Al igual que el año pasado, Brasil vuelve a ser calificado como la jurisdicción más compleja para las empresas interesadas en invertir en el país, aunque siendo un mercado líder en muchos sectores y un “gran lugar para inversiones en general”, según el relevamiento Global Corporate Complexity Index de TMF Group.
Entre las principales razones de esto está el hecho de que aquí se produce la mayor cantidad de cambios regulatorios cada año.
Los impuestos también están segmentados, con regímenes municipales, estatales y federales a considerar. Estos también varían según la industria en la que opera una empresa, lo que hace que sea muy difícil adelantarse a todas las obligaciones en un entorno empresarial en constante cambio.
En los últimos años, ha habido un mayor enfoque en la transparencia por parte de las autoridades gubernamentales, lo que invariablemente requiere más informes y una mayor complejidad.
Los recientes cambios a corto plazo en respuesta a la pandemia también han contribuido a la clasificación de Brasil, así como al proceso de deshacer esos cambios para volver al estado anterior a la pandemia. Algunos incentivos gubernamentales tenían como objetivo reducir los impuestos para mantener abiertas las empresas, pero conllevaron una mayor carga administrativa.
Al mismo tiempo, el Covid-19 ha acelerado los ya altos niveles de digitalización en el país. Muchos procesos, como los que se realizan en una escribanía, que antes sólo se podían realizar de forma presencial, han sido sustituidos por soluciones digitales.
El ciclo de vida de las empresas, sin embargo, sigue siendo uno de los más complicados de gestionar en el mundo. Puede tomar hasta 45 días iniciar una empresa en la jurisdicción y hasta nueve meses para disolverla.
Las empresas multinacionales deben crear un CNPJ con el gobierno federal, seleccionar su régimen fiscal y pagar impuestos tanto a nivel estatal como municipal, que varían según la ciudad donde operen. Las corporaciones también deben tener un residente local como representante, lo que aumenta la complejidad para los inversionistas internacionales.
A pesar de estos factores, Brasil sigue siendo un país caracterizado por un gran potencial de inversión: con una población de más de 213 millones y una abundancia de recursos naturales, ofrece muchas oportunidades de inversión, especialmente en los sectores de energía, infraestructura y servicios.
El apoyo local de expertos puede ayudar a guiar a las empresas a través del laberinto regulatorio y generar retornos de alto potencial.
Rodrigo Zambon, Director General de TMF Brasil, comentó que “Brasil sigue siendo un mercado líder en segmentos clave y un gran lugar para inversiones en general; las empresas de todo el mundo son concientes de esto. Los desafíos que surgen al operar aquí pueden ser desalentadores en primero, pero con todo lo que el país tiene para ofrecer, esta mentalidad cambia rápidamente para aquellos que buscan buenas oportunidades de inversión. Los activos bajo administración en Brasil están en su punto más alto y vemos movimientos hacia un enfoque más global cuando se trata de administrar entidades”, concluyó el experto.
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