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Escribe Ricardo Sarmiento*
China y Rusia prometen una nueva era de asociación entre ambos países que influirá en el mundo en materia de seguridad militar y comercial. 
Los dos países tienen una historia en común en la que durante las últimas 6 décadas del siglo XX estuvieron enfrentados por diferencias ideológicas entre el maoísmo y el stalinismo.
Actualmente, entre China y Rusia poseen el 20% de la superficie mundial, el 20% de su población y también el 20% de la economía global (PBI mundial).
También son la segunda y tercera potencias nucleares, luego de EE.UU.
Sin dudas, Xi Jinping y Vladimir Putin, desplegaron una jugada geopolítica muy importante, y preocupante para Occidente, especialmente para Estados Unidos y sus aliados Taiwan, Filipinas, Japón en el sudeste asiático. También és un dato relevante de alerta para Europa y la Otán, al igual que para Israel en Medio Oriente, por las relaciones que China y Rusia poseen con Irán, el gran titiritero que arma y moviliza a Hamás, Hezbollah y a los Hutíes yemenitas.
  • La historia
Ambos regímenes tuvieron su origen doctrinario en las ideas de Karl Marx quien promovió por primera vez la creación de Estados socialistas como una forma de liberación de las “fuerzas del proletariado”.
Cuando Mao Tsé Tung lideró el triunfo de la revolución china en 1939 luego de combatir la ocupación imperial de Japón y de la “larga marcha”, China era ya un fuerte crítico de Joseph Stalin que llevaba ya 2 décadas al frente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas e intentaba infructuosament imponer un liderazgo ideológico sobre el Partido Comunista Chino (PCCh).
Stalin heredó el poder soviético tras la temprana muerte de Vladimir Ilich Lenin y ya había vencido y expulsado de la URSS a León Trotsky, el principal oponente interno que terminó sus días en México, asesinado con un hacha por un joven espía infiltrado por la KGB en el entorno más íntimo de Trotsky.
Cuando la Alemania de Hitler invadió Polonia, Stalin firmó un acuerdo con el Führer que fue criticado por Mao.
Stalin, sin embargo, ganó tiempo para consolidar su régimen con mano de hierro. Ya había dominado a Crimea donde 2 millones de personas murieron de hambre por las duras políticas internas del stalinismo y comenzó a implantar en territorio crimeo población rusa leal al concepto de los soviets.
En la Larga Marcha de Mao Tsé Tung murieron unos 10 millones de chinos pero al consolidar la revolución bajo la consigna “del campo a la ciudad” terminó con el hambre que mataba a 10 millones de chinos por año.Como líder de una revolución triunfante, Mao implantó un concepto distributivo que enunciaba “de cada uno según su capacidad y a cada uno, según su necesidad”.

Mao y Stalin gobernaron con políticas implacables sus países. Mao enfrentó a su ex aliado Chiang Khai Sek en la guerra contra la ocupación japonesa y lo acusó de ser un contrarevolucionario que pretendía un gobierno nacionalista en manos de una burguesía procapitalista.

Stalin también había tildado a Trotsky como contrarevolucionario y lo persiguió en el exilio hasta que fue finalmente asesinado.

Chiang Khai Sek se refugió en la isla de Formosa, donde Taiwán floreció como la contracara republicana y capitalista frente a la “dictadura del proletariado” de la China continental que consolidó a Mao Tsé Tung.

En la década de 1960, el maoismo acusaba de “revisionista” de la doctrina marxista al régimen soviético ya liderado por Nikita Krushev mientras en China se imponía la “revolución cultural” que reprimía hasta con la muerte a toda “desviación ideológica” emergente.

Entre China y Rusia poseen el 20% de la superficie mundial, el 20% de su población y también el 20% de la economía (PBI). También son la segunda y tercera potencias nucleares, luego de EEUU. Sin dudas, una jugada geopolítica muy importante, y preocupante.

En sucesivas purgas ideológicas en China se llegó a la Revolución Cultural que tuvo su cúspide más trágica en la Plaza de Tiananmen donde se reprimió a estudiantes universitarios que aspiraban a una vida con mayor libertad.

Para Mao, como hoy para Xi Jinping, un reclamo de Libertades es un acto sedicioso y contrarrevolucionario.

Las purgas ideológicas chinas llegaron hasta la represión contra “La Banda de los 4”, incluyendo a la viuda y a la vieja guardia de Mao Tsé Tung.

En 1962 fue cuando Mao Tsé Tung envió como presente personal, desde Pekín, un ejemplar de su libro “Teoría de la Contradicción” a Juan Domingo Perón, el líder argentino exiliado en su residencia madrileña de Puerta de Hierro.

Fue Teng Xiao Ping el encargado de invitar y acompañar a Pekín a un argentino que había viajado a Japón a un congreso del sindicalismo mundial como representante de Perón. Este argentino fue el mensajero portador del libro elegido por Mao para que llegara a manos de Perón.

Fue por estos antecedentes históricos recientes que en América Latina y hasta en Estados Unidos, el marxismo se alineó en dos corrientes opuestas.

Por un lado estaban los Partidos Comunistas pro soviéticos que adherían dogmáticamente al PCUS (tal como sucedió en Cuba con Fidel Castro o en Brasil con Luíz Carlos Prestes) y por otro lado emergían disidencias que fueron organizándose alineados con el PCCh como referente tomando nombres como Partido Comunista Revolucionario o Partido Comunista Marxista Maoista hasta llegar a marxistas-leninistas-maoistas, no menos dogmáticos que los prosoviéticos “revisionistas y contrarevolucionarios.

Aún persiste en Colombia el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de autofiliación maoísta que sin dejar las armas sigue implicado en las narcoguerrillas que tuvieron en las FARC a su máximo exponente.

La alianza que hoy construyen Xi Jinping por China y Vladimir Putin tiende a unir a un difuso marxismo expansionista (aliado a un fundamentalismo islámico antisemita, antiestadounidense y antioccidental) tiene, sin mucho espacio para dudas, a consolidar un eje para dirimir la supremacía global ante Estados Unidos y sus aliados.

El escenario geopolítico mundial contemporáneo tendrá, a partir de hoy, un marco de mayor complejidad y de riesgos para el comercio y la paz mundial.

Se abre un nuevo escenario geopolítico global

China y Rusia prometen una nueva era de asociación entre ambos países hoy. Xi Jinping lanzó la iniciativa de proponer un nuevo modelo de sociedad al mundo y lo hizo durante el XIX Congreso del PCCh realizado en 2023.

Rusia, con su invasión a Ucrania en 2022, recuperó el afán expansionista del zarismo imperial y del poder soviético socavado y devaluado por la corrupción.

Y ambos, China y Rusia, apoyan a Irán en el objetivo fundamentalista de destruir al Estado de Israel y castigar al “gran Satán” como califica el islam a Estados Unidos.

*Director Editor de SRSur News Agency. CEO&Founder de SRSur Consultoría Estratégica. Analista de geopolítica.

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2 thoughts on “China y Rusia prometen una nueva era

  1. BUENO HACE RATO QUE VENIMOS HABLANDO Y HACIENDO HINCAPIÉ EN LA CUESTIÓN GEOPOLÍTICA. HACE AÑOS QUE ESTAMOS EN GUERRA, NADA NUEVO. Y EN ESE PAQUETE ENTRAN DIFERENTES RUTAS COMO ARMAS, DESDE LAS PLANDEMIAS QUE HACE AÑOS VIENEN DECLARANDO, AUNQUE LA QUE MÁS LES RESULTÓ FUE LA DEL “COVID” PORQUE INCLUYERON ALTA PRESIÓN CON EL MIEDO. CONTROL DEL CLIMA, TAMPOCO NADA NEW, ETC, ETC, ETC. NO SE PUEDE PRETENDER HACER NINGÚN PLANTEO DE TIPO POLÍTICO SINO SE TIENEN EN CUENTA LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA. HACE SIGLOS QUE SE VIENE ARMANDO Y CREANDO TODO PARA UN NUEVO ORDEN MUNDIAL Y NEGAR O ELUDIR ESE TEMA ES IR EN CONTRA DE SACUIDIR CEREBROS ANESTESIADOS, DORMIDOS, ROBOTIZADOS, LO CUAL ES PARTE DEL MISMO PLAN

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