La política argentina entra en etapa de definiciones
Escriben Paola Zuban y Gustavo Córdoba*
La política argentina entra en etapa final de definiciones. En 15 días la sociedad sabrá finalmente cuál será la composición de la oferta electoral y empezará de forma definitiva la campaña para la elección presidencial.
Nuestro informe del mes de junio pretende tener una característica singular en ese contexto: la de terminar de diagnosticar cuál es el estado de la agenda pública de cara al cierre de listas.
Hace unos días ya publicamos un adelanto con los datos electorales. Las conclusiones de los mismos son claras y vale la pena volver a mencionarlas: el escenario de tercios sigue gozando de buena salud, ninguna figura política tiene diferencial de imagen positiva y todo indica que veremos en Juntos por el Cambio una primaria muy competitiva.
A esa última certeza se suma al día de hoy la posibilidad cada vez más grande de que también el peronismo tenga una primaria interesante.
Encuestas serias y representativas contrarrestan la prédica de algunos medios sobre el giro extremista de la sociedad. La mayoría no quiere ceder derechos conquistados. El desafío del progresismo es conectar esas creencias en votos. https://t.co/LGmS2GlYA3
— Malvina Rodríguez (@MalviERodriguez) June 11, 2023
Son paradójicos los efectos que las PASO pueden generar a ambos lados de la grieta. Mientras en JxC una competencia interna agresiva puede terminar perjudicando a ese espacio de cara a la elección general, en el peronismo son muy altas las posibilidades de que ocurra exactamente lo contrario, es decir, que las primarias permitan al oficialismo ampliar su base electoral y mostrarse fortalecido en el camino hacia octubre.
Javier Milei es el ingrediente que nos falta mencionar en esta alquimia que venimos describiendo.
Ser el único candidato confirmado le ha permitido mantener una centralidad política envidiable y al día de hoy su presencia en el ballotage aparece como más que una posibilidad.
Esa centralidad también le ha permitido marcar el tono y los temas del debate político.
Sus propuestas son las únicas que se discuten, lo que desnuda un déficit increíble por parte del resto de la clase política.
Sin embargo, que sus propuestas tengan centralidad no parece garantizarle grandes niveles de adhesión a las mismas.
En este informe que compartimos hoy nos
propusimos volver a medir sus principales caballos de batalla discursivos y el resultado sigue siendo el mismo que la última vez: la sociedad rechaza a la mayoría de sus ideas.
Incluimos en este nuevo estudio algunas consignas nuevas como “eliminar la ESI”, “eliminar el Ministerio de la Mujer” y “derogar la ley de la IVE” y todas tuvieron niveles mayoritarios de rechazo.
Ni siquiera en la llamada agenda identitaria Milei logra articular mayorías sociales. Es una cuestión en la que vale la pena poner el foco.
Como ya hemos dicho infinidad de veces, apostar al voto duro y radicalizado es una gran idea para demostrar presencia y desplazar a la competencia interna, pero es una estrategia que se queda sin combustible cuando hay que pensar en una elección general.
El ballotage se gana con la mitad más uno de los votos. Y sin embargo, del otro lado, apostar sólo a ese rechazo puede también ser una mala estrategia.
- Interrogantes
¿Cuáles son las alternativas a la dolarización? ¿Cuáles son las propuestas económicas de aquellos que quieren llegar al ballotage?
El margen para responder esas preguntas empieza a agotarse. Una vez definida la oferta electoral, las candidaturas que la integren deberían abandonar la rosca de los pasillos y los cafés para recuperar el espacio que perdieron en el debate público.
La gente espera esas respuestas para volver a confiar en una dirigencia que la ha decepcionado durante dos gobiernos seguidos.
*Analistas políticos. Directores de Zuban-Córdoba
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