Rafael Cadenas es una voz que reclama libertad para una Venezuela en crisis
Rafael Cadenas es una voz que reclama libertad para una Venezuela en crisis.
Escribe Juan Carlos Febres*
“Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran”.
Discurriendo entre estos dilemas, emerge la certeza de que Rafael Cadenas es una voz que reclama libertad para una Venezuela en crisis
Hoy, Venezuela es el faro de luz que debemos evitar; es como un agujero negro donde hasta la luz es tragada, ese agujero negro que atrae distraídos, soñadores y necesitados. Luego, cuando quieren salir, no pueden; son absorbidos, son presionados hasta que el cuerpo y el espíritu solo buscan sobrevivir, olvidándose de vivir.
El poeta hondureño José Antonio Funes decía sobre la literatura iberoamericana que “(es) heredera de la tradición de las literaturas europeas, así como de la tradición precolombina”.
El marxismo, el socialismo, el colectivismo han ido corrompiendo nuestro modo de ver el mundo a través del lenguaje y la cultura.
Agustín Laje, hablando del lenguaje,decía: “No puedo pensar sin lenguaje, no puede haber pensamientos significativos sin lenguaje; lo único que puede haber son sensaciones».
«Pensar es elaborar un enunciado lógico; para elaborar necesito un lenguaje y la materia prima del lenguaje son las palabras. Si modifico la materia prima de los pensamientos de los otros, por lo tanto, puedo modificar sus pensamientos modificando las palabras que los otros usan”.
El doctor español Mario Alonso Puig, hablando del tema, nos termina de cerrar la idea: “El lenguaje no solo describe la realidad, sino que además es capaz de crearla. Nuestra forma de hablarnos a nosotros mismos afecta tremendamente a nuestra manera de relacionarnos con el mundo”.
Palabras como derechos humanos, igualdad, equidad, justicia, derechos se han ido distorsionando en su significado y poder hasta transformarse en pos de satisfacer necesidades en una suerte de cadenas que nos van quitando la libertad, sueños, anhelos, inventiva y, por supuesto, deseos de emprender.
Hace más de dos años, hablando con mi amigo ya fallecido, el abogado, poeta, ensayista y un gran luchador por las ideas de la libertad, el peruano Héctor Ñaupari (miembro honorífico y uno de los primeros miembros de la fundación Contemplatio Social), concluimos que a las ideas por la libertad les falta poesía, música; les falta un Cervantes, un Charly García; aún más les falta un Sabina, un Serrat, un Milanés.
Y es que con la economía no basta; el hombre no necesita más, necesita satisfacer esas otras necesidades, eso que sella nuestro espíritu, eso que siempre recordamos con una sonrisa o una lágrima, aquello que nos une en el tiempo, que nos identifica como seres humanos, eso que se hace motivado por los más caros anhelos.
Seríamos sólo un homo economicus, nos convertiríamos en aquello que no deseamos ser, y con el tiempo las ideas por la libertad serían solo una moda que puede durar una o dos generaciones y luego nada más.
¿Y qué significa libertad? ¿Es el fin, la meta? ¿Es nuestra llegada en la vida? ¡No! La libertad es nuestro don más preciado, nuestro derecho inalienable, pero no es el fin; en todo caso es nuestro único vehículo, es lo que nos permite crecer como individuo, donde las palabras ética, moral, tolerancia, benevolencia, esfuerzo, mérito, educación se vuelven palabras potentes.
Pero regresemos a la literatura y a Venezuela. Con anterioridad hablé de otros escritores, poetas y ensayistas; a veces escucho que debemos hacer nuevos caminos, pero para mí solo debemos ver y oír con nuevos ojos y oídos.
El colectivismo y el socialismo nos han robado hasta nuestros escritores; retomemos esas lecturas con nuevos ojos y encontremos a la poesía, el ensayo y aún más la música, esperando ser nuevamente descubierta.
Hoy les hablaré del escritor venezolano Rafael Cadenas. Descubrámoslo.
- ¿Quién es Rafael Cadenas?
Es un poeta y ensayista venezolano; su voz trasciende en el tiempo, sus escritos están cargados de reflexión y rebeldía, es un faro para quienes buscan entender la confusión que hoy existe en la palabra libertad, la identidad y el poder en nuestras sociedades.
Su obra marcada fue una profunda reflexión filosófica y una búsqueda constante de la verdad. Su trabajo resuena como un llamado a defender la soberanía del individuo frente a cualquier forma de opresión.
Nació el 8 de abril de 1930 en Barquisimeto, Venezuela. Su carrera literaria comenzó en la década de 1950, cuando publicó sus primeros poemas en revistas literarias.
Fue un militante político del Partido Comunista de Venezuela. Por esta razón sufrió cárcel y exilio durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Estuvo refugiado en la colonia británica de la isla de Trinidad hasta 1957.
Él siempre fue un ferviente defensor de la libertad de expresión y un crítico de los regímenes autoritarios, lo que se refleja en su obra.
La distorsión de las ideas que tienen que ver con las ideas de la libertad se ve en su vida como en la de otros poetas, escritores y en general en las ciencias sociales, incluyendo las ciencias económicas.
- Su poesía. Una lucha por la libertad interior.
En «Derrota» (1963) nos escribe en forma desgarradora pero firme; habla desde la vulnerabilidad de alguien que siente el peso del fracaso y, sin embargo, encuentra en esa sensación un camino hacia la libertad.
La repetición y el silencio en sus versos reflejan una batalla interna contra las fuerzas del afuera que nos intentan moldear a nuestro yo.
Sus palabras se conectan profundamente con ideas como las de Hayek, quien veía la libertad como la ausencia de coacción arbitraria.
“…he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo.
que tengo vergüenza por actos que no he cometido…
Me levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir burlándome de los otros.
y de mí hasta el día del juicio final”.
Este poema está cargado de una fuerte introspección y una profunda búsqueda de sentido.
En «Falsas maniobras», como amante, el poeta sigue examinando temas como la alienación y el aislamiento, pero también nos regala chispazos, destellos de esperanza.
Para él, el lenguaje es una herramienta de poder; entiende que no sólo sirve para comunicarnos, sino también para resistir, para crear. Él nos dice que, al usar nuestras palabras, podemos enfrentarnos a cualquier imposición ideológica. Esto me lleva a reflexionar sobre las ideas de Popper, ya que él defendía el intercambio libre de ideas como base esencial para la sociedad.
En sus obras como “Una isla”, “Los cuadernos del destierro”, “Falsas maniobras”, “Amante”, “Realidad y literatura”, “El taller del lado”, Cadenas aborda temas como la creatividad, la inspiración, la resistencia y la lucha por encontrar un sentido en la vida.
- Rafael Cadenas es una voz que reclama libertad para una Venezuela en crisis
Los ensayos de Rafael Cadenas son brillantes. En “Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística”, así como “En torno al lenguaje”, desmonta cómo las ideologías totalitarias intentan despojarnos de nuestra capacidad de pensar por nosotros mismos.
Esta crítica de ideas colectivistas trae al pensamiento las ideas de Mises, quien advertía que los sistemas colectivos tienden a sofocar la creatividad y la libertad individual.
Cadenas no se limita a criticar el autoritarismo político, sino que va más allá, mostrando cómo el poder se infiltra en las interacciones diarias e incluso en el idioma.
Su llamado es evidente: debemos mantenernos alerta y salvaguardar nuestra independencia, ya que el poder puede adoptar formas muy sutiles.
Trae a mi mente las ideas de John Stuart Mill al recordar que tanto los gobiernos como las mayorías deben ser restringidos para salvaguardar los derechos individuales.
El pensamiento de Cadenas se ve marcado por tendencias filosóficas como el existencialismo y su trabajo muestra una inquietud persistente por la libertad individual, la justicia y el mérito.
Cadenas critica las ideologías totalitarias. Defiende la importancia de la autonomía personal y la responsabilidad individual.
- ¿Por qué Rafael Cadenas importa en el ideario democrático?
Iberoamérica es una región donde las crisis políticas e ideológicas se siguen sucediendo.
La obra del poeta es un espejo necesario, su poesía y ensayos no son sólo una reflexión sobre Venezuela, sino sobre la región en su conjunto.
Él no proporciona soluciones sencillas, no es un ideólogo ni un clérigo o predicador.
Es un espectador que nos incita a interrogar tanto al mundo como a nuestro interior.
En un período en el que proliferan los discursos polarizadores y las respuestas simplistas, su trabajo constituye un santuario para aquellos que aprecian la honestidad intelectual y la complejidad.
Dentro de un contexto donde las libertades personales se encuentran en peligro, sus palabras nos hacen recordar la relevancia de proteger el razonamiento crítico y la habilidad de autodeterminarse.
La obra de Rafael Cadenas no sólo habla de libertad, habla de nosotros mismos.
Sus poemas y ensayos nos invitan a enfrentarnos a nuestras propias limitaciones y a las del mundo que nos rodea.
Conectar su legado con las ideas de pensadores como Hayek, Mises y Popper nos ayuda a entender que la libertad no es un concepto abstracto, sino una práctica diaria.
En un momento en que Iberoamérica enfrenta grandes desafíos, Cadenas debe convertirse en una inspiración para quienes sueñan con un futuro más libre, más responsable y más humano.
Rafael Cadenas, hablando de la Venezuela de Maduro, dice: “Hay que estar atento a las sociedades que caen en la antipolítica”.
Es lo que sucedió en Venezuela.
La gente, decepcionada de la democracia, perdió el interés político.
A todas horas se oía que son todos unos corruptos, que mienten, que roban… Y puede ser cierto, pero allá fue letal la convicción de tantos.
Entonces empezaron a creer que lo que hacía falta era un militar en el poder, el gendarme necesario.
Pues bien, ahí lo tenemos. “Ya tenemos un régimen militar que ejerce la censura y la amenaza”.
“Se da la circunstancia de que gente probadamente democrática es tildada de fascista; el lenguaje ha sido despojado de su significado”.
*Sociólogo, escritor y docente. Nacido en Perú, reside desde hace 30 años en Argentina. Tiene especialización en Derechos humanos, Sociología Urbana, Liderazgo. Licenciado en Administración y Políticas Públicas en Defensa y Estrategia Nacional. Presidente de la Fundación Contemplatio Social
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