16/10/2024
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Con Trump o Harris las tensiones entre EEUU y China influirán en América Latina

Con Trump o Harris las tensiones entre EEUU y China influirán en América Latina luego de las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo 5 de noviembre. 

Si bien los candidatos presidenciales de Estados Unidos (Aaa negativa), la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump, tienen propuestas de política económica y fiscal marcadamente diferentes, Moody’s Ratings anticipa que el próximo gobierno mantendrá su orientación hacia políticas comerciales más estrictas y prioridades en materia de inmigración, independientemente de quién gane las elecciones.

  • Harris continuaría con las políticas ambientales de la administración de Biden, mientras que Trump ha prometido revertir algunas de ellas. Fomentar la transición energética en América representaría una oportunidad para que EE.UU. profundice los lazos comerciales regionales y contrarreste la influencia de China en la región. Sudamérica se ha convertido en un destino importante para la inversión verde de China y es socio comercial para los minerales, que resultan fundamentales para las tecnologías verdes.
  • Cualquiera de los dos gobiernos aumentaría los esfuerzos de EE.UU. por frenar la influencia y el poder de los cárteles de droga, lo que requeriría el intercambio de inteligencia y la colaboración con América Latina. Una administración de Trump probablemente sería menos activa al abordar las preocupaciones del gobierno estadounidense en la región relacionadas con la corrupción y el debilitamiento de las instituciones democráticas en comparación con una administración de Harris

La capacidad del próximo gobierno para implementar políticas dependerá del equilibrio de poder en el Congreso.

Durante la próxima administración, los objetivos bipartidistas de la política económica de EE.UU. (Aaa negativa) sobre la resiliencia de la cadena de suministro y la capacidad industrial influirán en la política comercial estadounidense hacia América Latina.

La política comercial probablemente mantendrá una postura proteccionista, en vista de las crecientes fricciones geopolíticas, las preocupaciones
en materia de seguridad nacional y las rivalidades tecnológicas.

Los dos principales partidos estadounidenses buscan contrarrestar el
creciente dominio de China (A1 negativa) en los sectores estratégicos y las cadenas de suministro globales.

Sin embargo, las agendas de Kamala Harris, candidata del Partido Demócrata, y Donald Trump, candidato del Partido Republicano, tienen algunas diferencias clave en cuanto al comercio y a la forma de contrarrestar la creciente influencia económica y política global de China.

  • Hipótesis Trump

Es probable que un nuevo gobierno de Trump busque adoptar un enfoque bilateral del comercio global, en lugar de un enfoque colaborativo.

Las políticas comerciales generales que reemplazan el enfoque selectivo y escalonado de la administración de Biden con respecto a las restricciones comerciales aumentarían el riesgo de represalias, con posibles efectos negativos en el crecimiento global y la inflación.

Esto podría reducir la demanda externa de exportaciones de América Latina y presionaría los tipos de cambio, lo que
complicaría la política monetaria.

Las amenazas arancelarias podrían convertirse en herramientas de negociación, como lo hicieron en 2019, cuando el entonces presidente Trump amenazó con aplicar un arancel del 5% a todas las importaciones mexicanas, a menos que México (Baa2 estable) tomara las medidas necesarias para detener el aumento de la inmigración centroamericana.

  • Agenda Harris

La agenda comercial de Harris sería en gran medida una extensión de la del presidente Biden, la cual fortalecería las relaciones con aliados y socios.

Un gobierno de Harris buscaría desarrollar una respuesta coordinada a las políticas de China que perjudican
a las industrias estadounidenses.

Al mismo tiempo mantendría restricciones específicas sobre China y colaboraría con instituciones multilaterales, como el Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco Centroamericano de Integración Económica.

  • Con Trump o Harris las tensiones entre EEUU y China influirán en América Latina luego de las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo 5 de noviembre. 

El creciente comercio de China en América Latina y la inversión en infraestructura de energía renovable y tecnología de punta podrían aumentar las tensiones con EE.UU., independientemente de quién asuma la presidencia.

El gobierno estadounidense intentaría que América Latina no profundice aún más sus lazos con China y buscaría promover el comercio y la inversión con EE.UU.

Sin embargo, los países latinoamericanos en general no quieren elegir entre EE.UU. y China, sino que preferirían mantener relaciones comerciales con ambos, más aún si EE.UU. no ofrece alternativas de inversión y financiamiento que contrarresten las ofertas de China.

Un eventual gobierno de Kamala Harris probablemente realice un esfuerzo más deliberado que un gobierno de Donald Trump para ofrecerle a América Latina
acceso al mercado estadounidense y aumentar las oportunidades de financiamiento e inversión en infraestructura.

Estados Unidos aún no ha aprobado planes detallados para fomentar la inversión manufacturera estadounidense en América, ni los gobiernos de México o Centroamérica han puesto en marcha iniciativas para promocionar sus economías de cara a la inversión estadounidense.

Sin embargo, el próximo Congreso de EE.UU. podría presentar propuestas para fortalecer el comercio con América Latina y alentar a la región a redirigir las cadenas de suministro desde China, como el proyecto de ley bipartidista que se envió al Congreso en marzo de 2024,
conocido como Ley de las Américas.

Estados Unidos sigue siendo, marcadamente, el principal inversionista extranjero de América Latina, pero la presencia comercial de China ha crecido a paso firme.

  • Inversión externa y comercio 

La inversión extranjera directa (IED) de EE.UU. en América Latina alcanzó US$ 1.6 billones en 2023, en comparación con unos US$ 10.000 millones de China.

Sin embargo, el comercio entre América Latina y China ha crecido a US$ 469,000 millones en 2023, frente a tan solo US$ 30,000 millones en 2003.

China es ahora el principal socio comercial de Sudamérica y una fuente importante de préstamos, particularmente en energía e infraestructura.

Sudamérica exporta principalmente
a China soja, cobre, petróleo y otras materias primas que ese país necesita para su desarrollo industrial, e importa cada vez más maquinaria, equipos de transporte y otros productos manufacturados chinos.

Fuente: Moody’s Ratings

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