Los países del Sur Global construyen una institucionalidad alternativa
Los países del Sur Global construyen una institucionalidad alternativa.
Escribe Gustavo Alejandro Girado*
Por el bien común, los países del Sur Global construyen una institucionalidad alternativa.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los vencedores establecieron una “nueva institucionalidad” que, en definitiva, regiría el destino del mundo desde entonces hasta hoy.
Esa institucionalidad, que incluía al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial y a las Naciones Unidas, encerraba y contenía los intereses y valores de unas cuantas economías desarrolladas.
No incluía los ideales, valores e intereses de los países en desarrollo, sobre todo porque algunos empezaban a decidir internamente su futuro.
Hoy, esa institucionalidad está en tela de juicio, porque los estándares, normas y patrones que los vencedores establecieron para el funcionamiento del mundo ya no son tan eficaces como antes.
No contiene los intereses ni los valores de muchas economías que hoy son muy importantes, y de otras que tienen suficientes credenciales y argumentos para ser escuchadas.
Muchas de las economías en desarrollo ya tienen voz propia y respaldo suficiente para discutir otro orden, que eventualmente tome en cuenta sus intereses y, por ende, trabajar para lograr una modificación de la institucionalidad existente.
Al no poder lograrlo rápidamente, está apareciendo una institucionalidad alternativa -los BRICS, la Organización de Cooperación de Shanghái, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, etc.- impulsada por las mayores entidades políticas, entre las que destaca China.
El Sur Global se alinea y agrupa en torno a intereses comunes, pero esas necesidades se han convertido en una fuerza significativa con impacto estructural en el cambio del orden establecido en la era del post Bretton Woods.
La agregación de economías en torno al concepto de Sur Global da sentido a los intereses comunes de muchas economías en una misma mesa, entre las cuales varias son mutuamente complementarias con necesidades comunes.
Pueden estar en un mismo lugar, sentados, con menor presencia de algunos países occidentales que han definido un mundo con reglas que muchas veces congelan o estratifican su dependencia, lo que hace desafiante para las economías del Sur Global romper el círculo vicioso de deuda económica y dependencia tecnológica, política y eventual subordinación soberana.
En el Sur Global, los países en desarrollo están encontrando cada vez más espacio para alinearse en torno a intereses compartidos, lo que significa que se está dando un enorme paso hacia la ampliación de su autonomía en la configuración de su propio futuro económico y político.
Hay dos instancias en las que la voz del Sur Global se ha hecho oír: la reunión de la APEC en Perú y la del G20 en Brasil.
En estos dos eventos se dieron cita líderes mundiales, lo que constituyó una buena oportunidad para que la agenda multilateral tuviera en cuenta los intereses latinoamericanos, pues los países anfitriones incorporaron temas específicos de agenda, según sus intereses.
El Sur Global estuvo presente en estas reuniones, con la participación de muchas de sus economías más dinámicas (especialmente en la reunión de Perú).
China puede hacerse oír y conseguir apoyo para las posiciones a favor de la paz y la estabilidad, siendo cada vez más objeto de atención sus esfuerzos en relación con la cuestión palestino-israelí, en particular.
Desde 2002 cuenta con un enviado especial para la cuestión de Oriente Medio y mantiene relaciones muy positivas con los principales actores de la región.
Estas posturas y gestos políticos están bastante arraigados en la política exterior de muchos actores del Sur Global, y es por ello que las posiciones de China son observadas con gran atención y sus movimientos ganan tanto apoyo.
Pero, a medida que China reúne más economías a su alrededor para fomentar una mayor homogeneidad dentro del Sur Global, enfrenta una presión cada vez mayor de los Estados Unidos, lo que resulta en mayores tensiones y competencia entre los dos países.
- Objetivo de China
China no busca reemplazar el orden internacional existente. China ofrece su experiencia en la exploración de su camino hacia la modernización como referencia para los países de Medio Oriente y África, así como para el resto del mundo en desarrollo.
El comportamiento de China difiere del de los Estados Unidos en áreas funcionales. Desde la perspectiva de los Estados Unidos, el comportamiento económico, político y de ayuda exterior de China tiende a ser competitivo con el de los Estados Unidos en particular y el resto de Occidente en general.
La percepción de los Estados Unidos de una “amenaza china” se amplifica, ya que China aboga por un verdadero multilateralismo y trabaja con sus socios en el Sur Global para buscar alternativas políticas y económicas.
Las alternativas propuestas por China enfatizan la cooperación Sur-Sur en diversos foros, con foco principalmente en lo económico y lo político, tendientes a priorizar el desarrollo y reforzar la conectividad entre diversos países, regiones y subregiones.
En este contexto, China ha establecido varios mecanismos de cooperación: el Foro de Cooperación China-Estados Árabes, el Foro de Cooperación China-África y la Organización de Cooperación de Shanghái.
Los acuerdos de libre comercio también aparecen dentro de las características de la institucionalidad impulsada por el Sur Global.
Fuente: China Daily
*Director del Centro de Estudios e Investigaciones Sino-Latinoamericanas y director de la Carrera de Posgrado sobre China Contemporánea, Universidad Nacional de Lanús (UNLa), Argentina. El autor contribuyó con este artículo a China Watch, un grupo de expertos impulsado por China Daily.
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