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Escribe Paloma Wulfsohn*

Uruguay sin agua: esto podía pasar.
Desde los años 80-90 Uruguay viene presentando un proyecto nacional de forestación de eucaliptos y pinos. Esto era una invitación a invertir y obtener ganancias a largo plazo promediando los 20 años.
Recordemos que el proyecto Forestal no está mal, lo que está mal es la falta de previsión de no saber la cantidad de agua que requieren las especies para desarrollarse y luego lo que demanda la industrialización de las pasteras, como además la necesidad de las otras industrias para producir y desarrollarse.
Uruguay no tiene una cuenca natural de agua propia, depende de sus países vecinos para obtener el agua dulce, como del clima.
Las obras hídricas que se desarrollaron o que están en desarrollo han sido altamente insuficientes.
Uruguay sí bien tiene repartido su manejo de agua, debemos recordar que tienen una sola empresa de Agua Estatal OSE que es la que distribuye el agua a todo el país.
Lo siguiente que no previeron es la alta tasa de construcción de edificios en todo Montevideo y ciudades aledañas, buscando la necesidad de obtener más inversiones pero sin medir las consecuencias que trae la sobrepoblación de la construcción y la cantidad de recursos que se deben dar para que esto suceda, volvemos al punto del infraestructura edilicia, la no proyección de planificación y la escasez de recursos naturales para dicho crecimiento.
Recordemos que en toda la parte de costa de Maldonado y Rocha se duplicaron o triplicaron los loteos y las construcciones ya que mucha inmigración no sólo de últimamente Argentina, sino qué hay corrientes desde hace 15 años de Suiza, Austria, Brasil, entre otros, han elegido desde hace muchos años mudarse de forma permanente, por su tranquilidad, su seguridad, su orden impositivo, la educación de la población, y todo esto trajo aparejado la creación de más viviendas, sanatorios, colegios y lugares de consumo.
Se sabe que lamentablemente al de no poseer gas natural y que su agua nunca fue para consumo humano si no es tratada o mineralizada, esto podía suceder.
El crecimiento poblacional de todo el país y la falta de infraestructura y previsión lamentablemente está dañando a todo el ecosistema, el desarrollo de la vida productiva y sobre todo el no poseer agua potable para el consumo humano, la elaboración de alimentos y la higiene.
La represa de Paso Severino, de donde se extrae el agua dulce para potabilizar y proveer de su consumo a 60% de la población uruguaya, llegó a su mínimo histórico y sus reservas alcanzaron 3,5 millones de metros cúbicos.
La empresa estatal de aguas (OSE) está utilizando unos 150.000 metros cúbicos por día y, como no es suficiente, la mezcla con agua salada del Río de la Plata.
Si se consume de la canilla, el agua sabe salada. Según los estudios del Ministerio de Salud Pública y de la Intendencia de Montevideo, se confirmó el aumento considerable de sodio y cloruro en el agua, muy superiores a los valores permitidos.
Se está comenzando una nueva represa desde el Río San José, localidad de San José muy cercana a Montevideo , pero está en vía de desarrollo y no solucionará la problemática en un breve periodo.
Además Uruguay deberá fijarse objetivos a largo plazo y obtener agua del Río de la Plata e invertir como hacen normalmente Israel, Grecia, por nombrar algunos ejemplos que no poseen agua dulce .
El agua embotellada aumentó su valor monetario notablemente y además se comercializan agua embotellada de baja calidad para el consumidor.
Que está falta de previsión en infraestructura hídrica y planeamiento urbano sea ejemplo para todos los países en desarrollo.
Cuidemos el agua potable, es un recuso vital.

*Mediadora Ambiental. Analista de Sociopolítica y Geopolítica

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