En Argentina es muy fácil entrar en atraso cambiario
“En Argentina es muy fácil entrar en atraso cambiario, pero después es difícil salir ordenadamente”, sostuvo Pablo Goldin, Director de Macroview.
“Para salir del cepo y dormir tranquilos tenés que tener muchos meses más de superávit fiscal y de equilibrio fiscal”, dijo Goldin durante una entrevista con El Economista.
-Varios economistas dicen que si el Gobierno no apura la salida del cepo la economía puede rebotar pero no crecer demasiado. ¿Coincide con ese diagnóstico?
– Salir del cepo se puede salir cualquier día. Abren los mercados, salís del cepo, liberás el dólar y entonces eso sería una salida precipitada, desordenada. Cuando uno habla de salir del cepo, uno dice, bueno, salir bien, salir como parte de un capítulo de la política de estabilización o del objetivo de estabilizar la economía. Entonces, para salir del cepo como un eslabón de la estabilización y no retroceder cinco casilleros, a mí me parece que hacen falta algunas cosas, algunas cosas que todavía no están tan maduras, todavía no están tan al alcance de la mano de la economía.
– ¿Qué cosas faltan para que estén las condiciones para salir?
– Por ejemplo, las cuentas fiscales del gobierno. Muy bien enero, muy bien febrero, parece que va a andar bastante bien marzo, pero yo creo que para salir del cepo y dormir tranquilos tenés que tener muchos meses más de superávit fiscal y de equilibrio fiscal y demostrar que no le pedís más plata al Banco Central para financiar al gobierno. Imagínate que salimos del cepo después volvemos a tener que pedirle asistencia al Banco Central para financiar al gobierno, no va a estar muy bueno tener el dólar libre cuando volvés a activar la maquinita de emitir pesos. Dos, no está bueno salir del cepo o apurarse cuando todo el mundo huele atraso cambiario. Si estás medio ahí con un desafío de tratar de no caer en un atraso cambiario porque la inflación se está comiendo al dólar, no me parece un buen momento o apurarse a salir del cepo porque cuando vos salís liberás el dólar con atraso cambiario y bueno, podés generar un problema. Tres, yo no saldría con la tasa de inflación todavía en 10% mensual, yo creo que hay que esperar un poco más que la tasa de inflación baje bastante más como para salir más ordenadamente y liberar el dólar. Cuatro, no sé si saldría del cepo con una tasa de interés tan negativa para los plazos fijos o está recontra negativa, entonces me gustaría que estuviera un poquito más neutra. Cinco, yo saldría cuando ya he normalizado todos los pagos de importaciones, o sea, los pagos de importaciones están todavía recontra no normalizado, no sólo por la deuda que todavía tenemos, parte de la deuda que dejó el gobierno anterior impaga, sino porque todos estos meses se están pagando muy pocas importaciones, se sigue acumulando deuda. Normalicemos esto y ahí sí empecemos a pensar en ese tipo de cosas.
– Entonces falta para salir del cepo. No es algo que se haría ni en el primer semestre de este año…
– No digo que a lo mejor no hay que hacer todo junto, que tiene que estar todo a 10 puntos. Yo creo que hay que salir, hay que liberar. Pero no sé si lo haría tan precipitadamente como algunos piensan, porque me da miedo de que retrocedamos a algunos casilleros. Yo no sé si le pondría una fecha. Habrá que ir viendo, porque esto es como una agenda, como un listado de cosas que yo creo que hay que ir haciendo para estar más tranquilos. A lo mejor los deberes se hacen más rápido de lo que uno cree, a lo mejor avanzamos más rápido de lo que pensamos, o a lo mejor avanzamos más lento. Yo creo que más que ponerle una fecha, hay que ir siguiendo este listado de prerrequisitos que yo considero que sería bueno ir cumpliendo para cuando uno libera el dólar y sale de los controles, lo haga como parte de la política de estabilización.
– ¿Entonces ahí ves que la no salida del cepo te va a seguir poniendo presión para que la economía rebote como piensa el gobierno? ¿O se puede salir en V independientemente de tener el cepo?
– Yo no soy de los que linkean tan directamente la reactivación con la liberación cambiaria. Lo digo de otra manera: me parece que va a ser difícil la salida en V con cepo y sin cepo. O sea, me parece que estamos jugando otro tipo de partido en términos del nivel de actividad de Argentina. No me parece que sea una condición indispensable para rebotar tener que liberar todo el mercado cambiario. Ahora, aún liberándose al mercado cambiario, no necesariamente eso sea la condición para rebotar. Me parece que el tema de la recesión y del rebote se está jugando en otro partido.
– ¿Y en cuál partido se está jugando?
– Me parece que la recesión de Argentina es una típica recesión de un apretón monetario. O sea, el gobierno ha hecho las cosas en estos meses, en esta emergencia, ha decidido hacer algunas cosas entre las cuales está el licuar un montón de plata. Como condición para tratar de los condimentos centrales de la política macroeconómica es licuar un montón de plata. O sea, que los precios hayan subido mucho más rápido en estos meses que la cantidad de plata que hay en la economía. O sea, hoy la cantidad de plata que hay en la economía al decir del presidente de que “no hay plata, no hay plata”, la verdad es así: que no hay plata. ¿Y qué quiere decir que no hay plata? Quiere decir que la cantidad de pesos que hay hoy en el bolsillo de la gente y en los depósitos bancarios de la gente, el poder de compra que tiene hoy la plata que hay en la economía es bajísimo. Bajísimo, casi que estamos en la cantidad de plata que hay en la economía al estilo del 2001/2002. O sea, cuando a nosotros nos incautaron la plata y nos encerraron la plata en el corralito y en el corralón, la cantidad de plata de la economía obviamente se desplomó porque estaba toda chupada la plata por los bancos. Bueno, hoy estamos con una cantidad de plata para comprar cosas tan baja como en aquel 2002. Entonces, ¿de qué depende el rebote y la duración de la recesión? Bueno, hay qué manera este “no hay plata” se va se va dando vuelta. ¿Y de qué depende eso? No sé si depende tanto de levantar o no levantar los controles cambiarios, sino depende de cómo uno va recomponiendo la economía. Porque hoy uno puede pensar, bueno, ¿quién está inyectando plata en la economía? Hoy el único que está inyectando algo de plata en la economía es el Banco Central cuando compra todos los días dólares. Esa es la única fuente que yo veo hoy de inyección de plata porque las otras las cerró. Bien hecho para ir estabilizando la economía. Ahora, ¿qué hay en el camino? ¿Hay algún boom de exportaciones en el camino? No parece. Hay algún boom de ingreso de capitales, no parece. Hay un boom de crédito, por ahora incipiente, pero no parece. Entonces la gente deja de comprar dólares. Eso sí puede estar pasando. Hay que ir esperando a ver cómo y de qué manera se recompone la cantidad de plata que hay en la economía para que esto se empiece a mover de nuevo.
– Por ahora el objetivo número uno del Gobierno es bajar la inflación. No pareciera que estuviera en agenda cómo pega la vuelta el nivel de actividad.
– Se está bajando la inflación al estilo de los planes argentinos de otras épocas que eran a puro apretón monetario, a puro apretón fiscal de la década del 60, de la década del 70. Los nombres me vienen a la cabeza son los de Álvaro Alzogaray y de Roberto Aleman. Eran planes económicos que para bajar la inflación había que enfriar la economía, no había otra alternativa, no había plan B. Así era la Argentina de esa época y el mundo, después fue cambiando un poco la cosa y de golpe nosotros encontramos planes de estabilización relativamente exitosos o muy exitosos en la Argentina que no hacía falta pasar por la recesión o por el enfriamiento a la economía. Fue el plan Austral en su medida, y el plan de Convertibilidad. Fue también el plan Real en Brasil. ¿Qué pasaba? Desplomaba la inflación rápidamente y eso mismo hacía reactivar, entonces no había que pasar por el desierto para llegar al camino final de la reactivación y ahora estamos en un escenario diferente, estamos en un escenario donde se está apretando mucho, apretando mucho para que la inflación baje y estamos comiéndonos una recesión. Estamos en ese tipo de esquema. Un esquema de ajustes fiscal y monetario bien ortodoxos que está llevando a una recesión de las fuertes, no una recesión moderada, es una recesión de las fuertes que todavía hay que ver con qué profundidad termina y con qué duración.
– En el debate de los economistas también está si la economía tocó piso o no. ¿Pasó lo peor?
– No creo que estemos tan lejos de tocar piso, porque estamos en niveles en algunos sectores muy bajos. O sea, ejemplo típico: la construcción. Los despachos de cemento en abril estuvieron en niveles bajísimos, casi te diría, pegándole en el palo a los niveles de despachos de cemento de la cuarentena del 2020. O sea, me cuesta pensar que vamos a despachar menos cemento todavía que en esos momentos. Entonces, yo creo que ya hay sectores que están tocando piso, no porque ya estén listos para rebotar, sino porque ya no creo que puedan bajar mucho más la producción y la venta de lo que está ahora. Que hayas tocado piso, que estés en algunos sectores cerca de tocar piso, no te garantiza que ya estés rebotando. Puedes quedarte ahí por un tiempo. Entonces, para mí el riesgo de este esquema, donde estamos hoy parados, es que no es tanto no tocar piso, sino quedarse en el piso durante más tiempo de lo deseado. O sea, que te hagas, en vez de una “V”, que te hagas una “L”. Ahí es donde me parece que está más el punto. Más que buscar el piso, encontrar el punto donde el piso empiece a levantar.
– ¿Qué tanto te preocupa el atraso cambiario que se sigue incubando?
– Bueno, el gobierno está con una política cambiaria que tiene que ver con la necesidad de bajar la inflación. En la Argentina es muy fácil entrar en atraso cambiario, lo que es difícil es salir del atraso cambiario en forma ordenada. Entonces, el riesgo y el olor a atraso cambiario empieza a estar, más si, en los próximos meses, esto no cambia, que si en dos o tres meses estamos todavía con este crawling peg y con una tasa de inflación que aún declinando, puede seguir comiéndose el tipo de cambio, vamos a estar con una cosa más evidente. Cuando estás en estas situaciones, salvo que sea por un boom de exportaciones, salvo que sea por un boom de ingresos de capital, salvo que sea porque la Argentina está bárbara y se banca a tipos de cambio más bajos, siempre es medio un problema. Porque salir de esto nunca se sale ordenadamente, como en otros países. Acá en la Argentina, cuando hay atrasos cambiarios, generalmente las salidas son con saltos devaluatorios desordenados. Entonces, no estamos hoy en un atraso cambiario groserísimo, como en otros momentos de la historia argentina, pero bueno, la película es inquietante porque pareciera como que estamos yendo cada vez más hacia una situación así.
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