El saldo comercial argentino fue superavitario en US$ 1.339 millones
Con exportaciones e importaciones que alcanzaron los US$ 7.089 millones y US$ 5.750 millones -respectivamente- en noviembre, el saldo comercial fue superavitario en US$ 1.339 millones (vs. US$ 424 millones en igual mes del año pasado). De esta manera, la balanza comercial acumula tres meses consecutivos de guarismos positivos.
El superávit puede explicarse principalmente por tres factores: i) una mejora en los términos de intercambio, ii) un notable ajuste del torniquete importador, y iii) un buen desempeño de las exportaciones del agro -en donde volvió a incidir el efecto rezagado del “dólar soja 1.0”-.
- ¿Qué pasó con los términos de intercambio?
Los términos de intercambio volvieron a mejorar en noviembre: los precios de las exportaciones aumentaron 10,5% i.a., mientras que los de las importaciones se contrajeron 1,1%. De esta manera, superaron el récord histórico que habían alcanzado en el primer trimestre del año -mejoraron un 2,3% en relación con dicho período- y vuelven a ser determinantes para el frente externo.
- ¿Qué pasó con las importaciones?
Las importaciones cayeron un 0,3% i.a en valor en noviembre (-1,1% i.a. en precios y +0,8% i.a. en cantidades), en lo que fue la primera contracción luego de dos años consecutivos de crecimiento (la última caída había sido en octubre de 2020; y, de excluirse la pandemia, en diciembre de 2019). De esta manera, las importaciones totalizaron los US$ 5.750 millones y alcanzaron niveles no vistos desde febrero. De hecho, el nivel de importación de noviembre fue US$ 1.730 millones menor al promedio mensual de marzo-octubre.
Lo anterior refleja algo que ya era sabido: el Gobierno restringirá las importaciones para cuidar los escasos dólares del Banco Central, lo que también se suma a menores compras externas dada la desaceleración en el ritmo de la actividad local.
Al interior de las importaciones se evidenciaron comportamientos bastante heterogéneos, permitiendo vislumbrar qué rubros buscará “pisar” el Gobierno. En este sentido, se ajustó la restricción para los Bienes intermedios y para aquellos de consumo, cuyas cantidades importadas cayeron 9,6% i.a. y 8,6% i.a., respectivamente (en valor se contrajeron 11,4% i.a. y 1,2% i.a.).
¿Y por qué se decide pisar este tipo de productos? Porque los niveles en cantidades de Bienes intermedios y de consumo están en niveles récord, al considerar el nivel de actividad (es decir, si se observa el ratio de cantidades importadas sobre nivel de producto). En otras palabras, parecería que las empresas “sobre-importaron” durante el año y lograron “stockearse”, por lo que el Gobierno podría tener margen para ajustarlas sin afectar tanto a la actividad.
Por otro lado, la importación de Combustibles y lubricantes también mostró una variación negativa en términos interanuales (-9,2% i.a.), explicada pura y exclusivamente por las menores cantidades importadas (-29,1% i.a.)
Por último, el comportamiento del resto de los rubros logró morigerar las contracciones mencionadas anteriormente. En detalle: la importación de Vehículos automotores de pasajeros creció 20,0% i.a. en valor, seguido por Piezas y accesorios para bienes de capital (+17,1% i.a.) y Bienes de capital (+12,0% i.a.). En los tres casos el crecimiento se explicó tanto por suba de precios como de cantidades (aunque en el caso de los últimos dos rubros fue mucho más determinante la suba de las cantidades).
- ¿Qué pasó con las exportaciones?
Las exportaciones crecieron 14,5% i.a. durante noviembre -tanto por el aumento de sus precios (+10,5%) como de las cantidades (+3,5%)- y anotaron su segundo crecimiento mensual consecutivo.
Ahora bien, este comportamiento virtuoso se explica principalmente por el sector agropecuario. Tal es así que, si bien todos los rubros de exportación crecieron en valor, solamente Productos primarios y Manufacturas de origen agropecuario anotaron subas tanto en precios como en cantidades. En detalle: la exportación de Productos primarios creció 14,8% (+7,9% i.a. cantidades y +6,6% i.a. precios), mientras que las de Manufacturas de origen agropecuario aumentaron 18,9% i.a. (+8,1% i.a. cantidades y +9,9% i.a. precios).
En lo anterior se destaca la incidencia de la liquidación récord del sector agropecuario en septiembre, durante la vigencia del “dólar soja 1.0” -cabe recordar que la exportación de los productos se da con posterioridad a la liquidación de divisas-. De hecho, las exportaciones del complejo sojero alcanzaron los US$ 2.524 millones en noviembre, lo que representó una notable suba de 85,6% en relación con igual mes del año pasado.
Por último, si bien las exportaciones de Manufacturas de origen industrial, y Combustibles y energía crecieron 11,8% i.a. y 3,9% -respectivamente-, esto fue pura y exclusivamente gracias a la mejora en sus precios.
- Balance once meses y perspectivas
Con todo, durante los primeros once meses del año las exportaciones alcanzaron los US$ 82.293 millones, mientras que las importaciones US$ 76.493 millones. Así, el superávit comercial fue de US$ 5.800 millones, un 60,6% menor al acumulado en igual período de 2021. De esta manera, 2022 cerraría con un saldo comercial positivo en torno a los US$ 6.500 millones.
De cara a 2023 esperamos una caída tanto en las exportaciones como en las importaciones, y un saldo comercial en línea con lo evidenciado este año. La magnitud de sus contracciones dependerá de varios factores a monitorear (el impacto de la sequía y las heladas en la cosecha gruesa; la evolución de los términos de intercambio; el crecimiento de la economía globa, fundamentalmente de China; entre otros).
Asimismo, el accionar del Gobierno durante noviembre preanuncia lo que creemos que sucederá en 2023: si el saldo comercial se ve debilitado por un menor ingreso de dólares, este se compensará mediante un apretón más fuerte en las importaciones de Bienes intermedios y de consumo -que, tal como se mencionó, se encuentran en niveles muy elevados-.
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