La salud en la Argentina está quebrada
Escribe Ricardo Lara*
La salud en la Argentina está quebrada. No es ninguna novedad. Este país está quebrado, por consiguiente la salud también lo está.
Al no tener moneda, por la creciente inflación, se licuaron deudas destruyendo nuestro peso nacional frente a las monedas extranjeras, no existiendo así impuestos que alcancen a financiar ningún esquema de salud.
Este sistema en Argentina está financiado por la carga fiscal y se calcula que en el anterior gobierno invirtieron casi un 10% del PIB en salud.
Hay un porcentaje de 61% de personas que se atienden por el sistema de obras sociales un 13.6% por el sistema privado y 15 millones de personas no tienen acceso .
La salud de una Nación se asienta sobre los pilares de atención, pública, privada o mixta.
Buena atención, rapidez diagnóstica con buena tecnología, redunda en un óptimo mantenimiento de los indicadores sanitarios. La tecnología médica es uno de los mayores referentes del nivel que goza esta empresa.
Para ejemplificar cómo los adelantos han mejorado las prestaciones, podemos citar a la Inteligencia Artificial, el manejo de las enfermedades genéticas con la tecnología Crispr, la radioterapia de protones, los tratamientos a medida, las impresoras 3D y podríamos seguir. Podemos asegurar que existe un real mejoramiento cuando hay reinversión.
España está, dentro del ránking de los sistemas de salud, entre los diez primeros, encabezado por Francia y luego le siguen varios sistemas mixtos, países que tienen el privilegio de contar con avances tecnológicos.
Pero hay mucha gente que no tiene acceso a los sistemas de salud. Es el caso de Estados Unidos donde la mayoría de la salud es privada. Israel figura al número 13 dentro de los 34 países de la OCDE aportando casi un 5.4% en tecnología médica siendo la media de los países de la organización del orden de 2.3%, creemos que el sistema si estuviera organizado, gestionado y administrado tiene que ser bastante más eficiente .
- Diferentes costos de prácticas médicas según cada país
Entonces tenemos diferentes valores, mientras en Argentina una colecistectomía laparoscópica (operación de vesícula biliar) cuesta aproximadamente 600.000 pesos, en Estados Unidos la más barata cuesta 6000 dólares, en México 1500 dólares, mostrando un lógico retroceso, clara señal que no aprendimos nada de la de la pandemia en las prestaciones que le hacen bien al ser humano, aumentando las inequidades y desproporcionando su atención.
Teniendo claro que nos hacen falta unos 30 años para podernos igualar tecnológicamente con algún país a copiar, que nuestro perverso sistema de obras sociales que cobran y no prestan (afiliación forzosa) y nuestra desastrosa salud pública, no hacen más que marcar la diferencia con la salud privada corporizada en entes prepagos, que también deben aggiornarse a la realidad económica del país.
En la ingeniería financiera de éstas últimas entran los planes “low cost” relacionados íntimamente con la tasa de uso, a fin de impedir la gran migración de sus afiliados, que se calcula en un 5% o más.
También al autorizarse los planes parciales de cobertura, estas empresas pueden complementar, otras pertenecientes al paciente, como internación sin cobertura ambulatoria o a la inversa.
La tasa de uso, tabla bien conocida por las compañías aseguradoras, implica conocer los segmentos poblacionales mas propensos a determinados eventos.
Por eso los planes low cost de las prepagas, cuyas cuotas sufrieron un aumento del 100% desde 2023 a la fecha, inciden mayormente en una franja sana y joven, a la que se pueden ofrecer distintos planes.
Se debe tener en claro, los límites de la cobertura, para poder evitar la judicialización de los casos por incumplimientos o desconocimiento de contratos .
La medicina mejoró mas en los últimos 50 años, que en los 2.000 anteriores, cita que por su gran uso no deja de ser cierta. Aumentamos el promedio de vida, estudiamos y le ganamos a varias enfermedades, tratamos mejor a otras, descubrimos algunas poco conocidas, pero aún así no logramos la universalización de ningún sistema y si conseguimos el empobrecimiento y la precarización de varios.
En la convicción que la codicia es una enfermedad no medicable y nuestra evolución no demuestra un rumbo claro se impone la frase “Cuidado con el río revuelto”.
*Doctor en Medicina. Matrícula Provincial Salta N° 822. Matrícula Nacional N° 50057. Especialista en Cirugía Plástica. Ex Presidente de la Sociedad Salteña de Cirugía Plástica. Miembro titular de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica.
**Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad en ejercicio del derecho constitucional a la libre expresión sin censura previa y no necesariamente reflejan la línea editorial de SRSur News Agency.
Seguinos en X: @SRSur_Agency Instagram: @srsurnewsagency
cuidado con la codicia es el mejor resumen sobre el tema más delicado que afecta el ser humano, la falta de salud, que en su fantasía cree, que, al estar afiliado a un sistema determinado, lo tiene todo solucionado, pero que el ente solucionador (la prepaga) aprieta ls tarifas sin tener en cuenta más que una ecuación financiera incompleta como lo demuestra el excelente artículo del Dr. R.C. Lara
Gracias por su comentario