Tiempos difíciles para Francia y para la Argentina
Escribe Mario Sanguina Caballero*
Vivimos tiempos difíciles para Francia y para la Argentina. La violencia en Francia era algo que era previsible. Este texto es una visión personal de cómo vi cambiar a Francia en los últimos 40 años y de cuáles podrían ser las perspectivas para la Argentina.
En 1989, todos fuimos testigos de la caída del muro de Berlín y a partir de allí se dió el comienzo de la globalización unipolar del neoliberalismo.
-Las familias obreras, mayoría musulmanes traídos por gobiernos anteriores para las fábricas francesas obtienen el derecho de traer a sus familias a los fines del 70. Los hijos de esos obreros crecen en familias del lumpen proletariado, ellos serán confinados en los barrios periféricos de las grandes urbes con muy poco mestizaje.
-Hasta principios de los ’90, los barrios pobres eran gestionados por el partido comunista francés. Todo estaba controlado, deportes, vacaciones, trabajo, etc…Con la pérdida de influencia del comunismo también se perderá la gestión de las familias obreras.
-A principios del 2.000 se termina la Francia industrial, se acelera la deslocalización y las privatizaciones de la producción, todo según un proyecto más bien ideológico que de economía social. Esta política económica va generar desocupación y caída de los salarios. Los chicos comienzan a crecer en familias de desocupados crónicos.
- ¿Cuál es la imagen de los progenitores para los chicos, a qué modelo de sociedad pueden aspirar?
-Con el concepto económico neoliberal de que todo lo que no dé ganancias debe suprimirse, comienza la desintegración de lo que los neoliberales llaman «Estado protector o providencia». La desaparición progresiva de los servicios sociales del estado con la excusa de disminución de los gastos del Estado y la supresión del servicio militar obligatorio va crear una falla en la cohesión entre los diferentes componentes de la Nación. La supresión de los servicios públicos en los confines del país, dará como resultado la desaparición de los símbolos de la unión nacional como son: el correo en los pueblos, los centros de impuestos, las oficinas de seguridad social, la disminución de los destacamentos policiales, en algunos casos la seguridad pasa en manos de municipalidades con policías sin armas, etc… Esta política de Estado va crear progresivamente un desmoronamiento de la unidad como Nación, dando lugar a la segmentación comunitaria étnica, religiosa y social de Francia.
– El concepto de patria queda en el abstracto, favoreciendo la separación de las diferentes comunidades, generando una inestabilidad social en las periferias de las grandes ciudades. Los habitantes de barrios obreros (HLM) van a vivir de lleno el enfrentando de modelos de sociedad en apariencia irreconciliables, principalmente el modelo islámicos importado contra el cristiano europeo. Este enfrentamiento dará lugar al progreso fulgurante del partido xenófobo de extrema derecha.
-La instalación de mezquitas en los barrios pobres, muchas de ellas salafistas, fueron subvencionadas por países que consideran al continente europeo como medio de conquista. Desde hace décadas se viene creando un sistema social aparte que se regula con la religión islámica y donde el no musulmán cuenta con poco respeto para ellos.
- Los nuevos ghetos
La democracia liberal, sin el control adecuado de las corrientes teocráticas por parte del estado, llevó, poco a poco, a la deserción de los valores de la república en muchos “ghetos” dominados por la corriente islámica rigurosa. Se han formados mini sociedades controladas y guiadas por imanes que pregonan la sharía como valor supremo por encima de los valores republicanos. La prohibición de mezclarse con los franceses cristianos es la regla en las familias bajo influencia de esta corriente. Esta dicotomía ya está condenando a la democracia liberal francesa.
-La pérdida del respeto a los maestros y profesores de la educación nacional han acelerado la desintegración del sistema educativo como medio de integración y progreso social. La comunidad educativa ha sufrido agresiones contra los educadores que enseñan el pensamiento crítico, llegando al extremo del asesinato como ha pasado con el profesor Samuel Paty en el 2020. El estado que debería proteger a los docentes no los protege, probablemente por cuestiones electoralistas y por temor a la revuelta de la comunidad musulmana.
-La pobreza post capitalista de los años 2.000 creó más desocupación, llevó a una mutación economía de los barrios pobres. La economía de subsistencia, de repartición de riquezas, se transformó en un negocio venta de drogas al menudeo. Cannabis marroquí entra por España y la cocaína llega desde América del Sur. Esta economía paralela hoy hace vivir a los habitantes de los barrios pobres de la periferia de las grandes urbes europeas y a los productores de los países pobres.
Las autoridades del Estado saben quiénes son los traficantes, conocen las redes, pero actúan con parsimonia bajo el pretexto de conservar la paz social. Muchos de los más honestos que aún viven en esos barrios pueden sobrevivir sólo con los planes sociales. Este modelo es reproductible en varios países del mundo occidental.
-Los jóvenes sin esperanzas de progresar, en una sociedad compartimentada, donde el que viene de una ex colonia tiene menos posibilidades de progreso social, situación agravada por las carencias del sistema educativo que ya no cumple su rol, son los desahuciados de la sociedad neoliberal. Para poder vivir les quedan pocas soluciones, la más rentable a su alcance es ganarse la vida con el tráfico de sustancias, hasta hoy, ilícitas.
-Los traficantes y jóvenes de barrios periféricos actúan en simbiosis para sacar provecho de la situación, se alimentan ideológicamente y económicamente como medio de resistencia al sistema de exclusión o como arma de conquista. Cuando uno de ellos es atacado hay reacciones de grupo. En este caso la muerte de un joven musulmán de 17 años que conducía un automóvil sin carnet y con antecedentes de pequeñas delincuencias generó una reacción en cadena en todos los barrios pobres del país, en su mayoría franceses musulmanes de segunda o tercera generación. Hubo incendios de municipalidades y de escuelas que son símbolos de la república laica. En las manifestaciones, los manifestantes
expresaban que si hubiese sido un francés de origen (compréndase, blanco cristiano) no hubiera pasado lo que pasó.
En los países musulmanes, ningún no musulmán podría participar violentamente en manifestaciones públicas, ni negarse a un control. En una situación similar, muchos serían condenados a muerte.
- Tiempos difíciles para Francia
-Probablemente la reacción de los barrios periféricos a la muerte de un joven que forma parte de su clase social, sea sólo el prolegómeno de una revolución social contra el sistema económico y el sistema de «castas». Pueden darse dos salidas:
1-Gobierno de extrema derecha aumentando la exclusión o
2-Una política de reindustrialización con mejor reparto de las riquezas e inclusión social. Este camino es el elegido por el presidente Emmanuel Macron, pero se necesitan muchos años para llegar a un resultado visible. (He leído un artículo que dice que la industria española está mejor que la francesa).
-Como estamos en un sistema unipolar y el imperio comparte intereses con los musulmanes salafistas, Francia también con los chiitas, es posible que una parte de Europa caiga, tarde o temprano, en el reemplazo del cristianismo liberal pacifista por la teocracia conquistadora islámica.
-Con el islam las libertades para el que no es musulmán, son otras que las libertades actuales que la civilización judeo-cristiana da a los musulmanes. En nuestra civilización laica se aceptan y respetan a todas las creencias.
- Interrogantes
Quedan interrogantes sobre el futuro de nuestra civilización occidental y greco latina:
¿Los problemas de la sociedad francesa son la consecuencia de una guerra de civilizaciones?
Nuestro garante de sistema de civilización greco-latina o judeo-cristiana siguen siendo los Estados Unidos de América, hasta cuándo?
¿Cómo terminará el conflicto de Ucrania?; ¿Sobrevivirá nuestra civilización sin daños
estructurales?
¿Qué pasará con la filosofía confuciana del nuevo líder económico que se avizora en un mundo multipolar? ¿China buscará un rol de liderazgo imponiendo su filosofía de vida?
- Epílogo
Este escenario descripto desde Francia tiene, sin embargo, enseñanzas para la actual política argentina:
Los problemas de Francia deben interpelarnos para no caer en el facilismo de la deserción del Estado en la educación, en la meritocracia, en definitiva en el amor a la Patria que nos cobijó en sus brazos, en épocas en las cuales Europa sufría de la pobreza y sus ciudadanos de persecuciones políticas y religiosas.
Nuestra Nación se construyó con inmigrantes de distintas confesiones, perseguidos políticos y hombres de diferentes orígenes étnicos, nativos o emigrantes.
La generación positivista del ’80 invirtió todo lo que tenía en educación para poder crear las bases de un país progresista, donde cada niño tenía acceso a la educación pública libre, laica y gratuita. Con la educación de excelencia crecimos como país y generamos una unión sagrada entre los diferentes componentes de nuestra sociedad.
La Argentina peronista, como no alineado, está jugando en todos los frentes, poniendo en peligro la unión nacional. El gobierno de Alberto Fernández ha creado lazos con los países del eje del mal, según nuestros hermanos del norte que, nos guste o no, son los garantes de nuestra civilización. Veremos qué pasará con las próximas elecciones.
Como no hay planes consensuales a largo plazo y con cada elección cambiamos de rumbo en la política exterior, no sabemos con certeza que camino transitará la Argentina. Esperemos que el resultado de las elecciones nos lleve a afianzar la democracia liberal, participativa y con un capitalismo responsable.
Los argentinos que ya hemos vivido más de seis decenas de años, por experiencia propia podemos afirmar, que si los peronistas pierden las elecciones, (pero sin saber qué peronistas), los perdedores podrían manejar al lumpen planero para generar una inestabilidad política y el caos social para preservar sus regalías.
- ¿Que es el movimiento peronista en la actualidad?
Prácticamente todas las cabezas de listas para las próximas elecciones tienen un antecedente peronista, a la excepción del candidato oficial por el peronismo el ministro Sergio Massa.
¿Sergio Massa ex de la UCD de Álvaro Alsogaray, puede ser considerado peronista?
Personalmente no lo creo, no obstante, y según los seguidores de Carlos Menem, sí puede ser.
Posiblemente hemos comenzado a transitar el camino hacia un nuevo enfrentamiento entre peronistas de derecha y de izquierda. Hago votos democráticos para que no sea así.
¿El centenario partido radical puede acreditase solamente el rol de observador?
En este período de inestabilidad política mundial para la paz, la Argentina no está aislada de la geopolítica mundial. Más bien, ella puede ser el teatro de la intriga entre las potencias dominantes y las emergentes.
Vienen tiempos difíciles para nuestro continente, en especial para la Argentina, con la probable resurgencia de los enfrentamientos entre bloques de los años de la guerra fría. Como radicales y argentinos debemos luchar para preservar la paz social, inculcar el respeto irrestricto de nuestra Carta Magna, de las leyes que rigen en nuestra sociedad, ellas son garantes de nuestra existencia como Nación.
Esperemos no volver a vivir la violencia de los años ’70 del siglo pasado. Los radicales debemos participar activamente para no dejar caer a nuestro pueblo en conflictos ajenos a nuestros intereses como Nación.
Es tiempo de desperonificar la vida política Argentina, los partidos deberían dar más cabida a los hombres preparados para gobernar y no a personajes de la farándula que desacreditan a la representación democrática. Se deben terminar los gobiernos que solamente gobiernan para perpetuase en el poder. El pensamiento mágico de nuestras clases políticas debe terminarse. Repetir siempre lo mismo es perpetuar el ciclo de errores en políticas económicas y sociales.
Volver al pasado de grandeza, es volver al positivismo político por encima de las divisiones y conjeturas de todo tipo, ese debe ser nuestro camino. Sólo los hechos deben tomarse en cuenta para volver a crecer estructuralmente, socialmente, juntos y pacíficamente.
*Analista político. Corresponsal en Francia
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Referencias:
https://journals.openedition.org/assr/45612
https://www.lejdd.fr/Societe/a-marseille-la-mosquee-salafiste-qui-ne-veut-pas-fermer-4050076
https://es.euronews.com/2018/12/11/la-osadia-de-ser-cristiano-converso-en-argelia
https://elpais.com/diario/2008/03/01/opinion/1204326002_850215.html