Gran Bretaña y Chile pretenden avanzar sobre la Antártida Argentina
Gran Bretaña y Chile pretenden avanzar sobre la Antártida en una acción coordinada que intenta afectar la soberanía argentina.
El Reino Unido ya está operando para intervenir en la Antártida desde las Islas Malvinas y en Chile están emergiendo movimientos de opinión promoviendo la ocupación de territorio antártico actualmente bajo bandera argentina.
Para este objetivo expansionista, el Reino Unido está construyendo una “puerta de entrada” desde Malvinas hacia la Antártida.
Avasallando la soberanía argentina y los reclamos pacíficos y aún desconociendo Resoluciones sobre Descolonización, la administración usurpadora de la soberanía territorial argentina ha otorgado concesiones petroleras para exploración y producción off shore.
Además otorga ilegalmente licencias de pesca a buques de España y Portugal.
Tras la extensión del control británico sobre alrededor de 170.000 km² adicionales del Mar Austral y la visita de David Cameron a las Malvinas, ahora el gobierno de Gran Bretaña avanza en la construcción de un mega puerto en las Islas, el cual funcionaría de “puerta de entrada” a la Antártida por erigirse como un paso fundamental para grandes embarcaciones.
Con el pretexto de reconstruir el Puerto Stanley de las Islas Malvinas, el gobierno británico avanza en el ambicioso proyecto de construir una nueva y estratégica terminal portuaria que atraería cruceros, buques pesqueros, de investigación científica e incluso petroleros, constituyendo un paso clave hacia la Antártida.
El proyecto surge de un acuerdo entre las autoridades británicas que ocupan las Malvinas y el astillero del Reino Unido Harland & Wolff y, según consignó Clarín, requerirá una inversión de 150 millones de dólares.
En principio, se había establecido el 2024 como año de reemplazo del Puerto Stanley y de la firma del contrato, ocurrida en abril de 2020, participó la mega constructora británica BAM Nuttall, la cual presentó el plano de un nuevo puerto en agosto.
En 2021, el gobierno de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, denunció a BAM Nuttall por emprender el proyecto portuario sin su autorización y ya desde entonces las autoridades fueguinas alertaron sobre los intereses de los británicos en avanzar sobre el territorio antártico.
Con la construcción de este puerto, Gran Bretaña pretende consolidar su colonialismo en Malvinas y la región como punta de lanza para extender su influencia sobre la Antártida. Pablo Daniel Blanco, senador nacional por Tierra del Fuego
También viene advirtiendo contra la iniciativa británica la Fundación Marambio, la cual desde hace tres años señala que ese proyecto “puede poner en jaque la política antártica de Argentina”, según citó NA.
Cabe recordar que el Reino Unido reclama ejercer control sobre una porción del continente blanco que coincide con la que actualmente pertenece a la Argentina e incluso la excede.
A todo esto y hasta el momento, el Gobierno se limita a la inacción o, cuanto mucho, a las reacciones tuiteras, como sucedió con la visita del canciller británico Cameron a las Islas.
En ese entonces, la Ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, simplemente contestó con un sarcástico tuit en su cuenta personal.
Ya con la extensión del área marítima bajo control británico, la Cancillería emitió una nota de protesta, pero, como consignó LPO, en Tierra del Fuego continúa reinando la preocupación por la falta de reacciones contundentes de parte de Javier Milei y sus funcionarios.
Muchos fueguinos señalan, incluso, que la actual gestión descuida la soberanía argentina en las Malvinas y la Antártida por decisión política.
Entre las señales que nutren esa sospecha se cuenta la paralización de la renovación del puerto de Río Grande, cuya puesta en valor sería fundamental para consolidar a la Argentina como un paso atractivo y necesario hacia el territorio antártico.
Además, desde la asunción de Milei, se paró por falta de fondos la construcción de la nueva base Petrel, una estación científica antártica.