Gran Bretaña y Chile pretenden avanzar sobre la Antártida Argentina

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Gran Bretaña y Chile pretenden avanzar sobre la Antártida en una acción coordinada que intenta afectar la soberanía argentina.

El Reino Unido ya está operando para intervenir en la Antártida desde las Islas Malvinas y en Chile están emergiendo movimientos de opinión promoviendo la ocupación de territorio antártico actualmente bajo bandera argentina.

Territorio Antártico Británico (en inglés British Antarctic Territory o BAT) es la denominación que en el Reino Unido se aplica al sector de la Antártida sobre el que dicho país reclama soberanía y al que otorga la consideración jurídica de territorio británico de ultramar desde el 3 de marzo de 1962. El reclamo abarca todas las tierras al sur del paralelo 60°S, entre los meridianos 20°O y 80°O con vértice en el polo sur y con una superficie aproximada de 1.709.400 km². El territorio incluye parte de la Tierra de Coats, la península Antártica, las islas Orcadas del Sur, las Shetland del Sur, la isla Alejandro I, entre muchas otras y está habitado por el personal de investigación y apoyo del British Antarctic Survey, además del personal de las bases de otras naciones, pero no por población nativa.Esta reclamación se superpone parcialmente con el área reclamada por Chile (Territorio Chileno Antártico) y totalmente con la reclamada por Argentina (Antártida Argentina), países que no reconocen la reclamación británica. Argentina tiene un asentamiento permanente en el territorio desde 1904, la base Orcadas. Australia y Nueva Zelanda, ambos miembros de la Mancomunidad de Naciones junto al Reino Unido, reconocen al Territorio Antártico Británico, y recíprocamente, el Reino Unido reconoce sus respectivas reclamaciones sobre el continente. También Francia y Noruega han expresamente reconocido la reclamación británica.
Territorio Antártico Británico (en inglés British Antarctic Territory o BAT) es la denominación que en el Reino Unido se aplica al sector de la Antártida sobre el que dicho país reclama soberanía y al que otorga la consideración jurídica de territorio británico de ultramar desde el 3 de marzo de 1962. El reclamo abarca todas las tierras al sur del paralelo 60°S, entre los meridianos 20°O y 80°O con vértice en el polo sur y con una superficie aproximada de 1.709.400 km². El territorio incluye parte de la Tierra de Coats, la península Antártica, las islas Orcadas del Sur, las Shetland del Sur, la isla Alejandro I, entre muchas otras y está habitado por el personal de investigación y apoyo del British Antarctic Survey, además del personal de las bases de otras naciones, pero no por población nativa.
Esta reclamación se superpone parcialmente con el área reclamada por Chile (Territorio Chileno Antártico) y totalmente con la reclamada por Argentina (Antártida Argentina), países que no reconocen la reclamación británica. Argentina tiene un asentamiento permanente en el territorio desde 1904, la base Orcadas. Australia y Nueva Zelanda, ambos miembros de la Mancomunidad de Naciones junto al Reino Unido, reconocen al Territorio Antártico Británico, y recíprocamente, el Reino Unido reconoce sus respectivas reclamaciones sobre el continente. También Francia y Noruega han expresamente reconocido la reclamación británica.

Para este objetivo expansionista, el Reino Unido está construyendo una “puerta de entrada” desde Malvinas hacia la Antártida. 

Avasallando la soberanía argentina y los reclamos pacíficos y aún desconociendo Resoluciones sobre Descolonización, la administración usurpadora de la soberanía territorial argentina ha otorgado concesiones petroleras para exploración y producción off shore.

Además otorga ilegalmente licencias de pesca a buques de España y Portugal.

El Reino Unido construirá un puerto estratégico en las Islas Malvinas por eso, este 09 de marzo de 2024, la Fundación Marambio advirtió que “puede poner en jaque la política antártica de Argentina”.

Tras la extensión del control británico sobre alrededor de 170.000 km² adicionales del Mar Austral y la visita de David Cameron a las Malvinas, ahora el gobierno de Gran Bretaña avanza en la construcción de un mega puerto en las Islas, el cual funcionaría de “puerta de entrada” a la Antártida por erigirse como un paso fundamental para grandes embarcaciones.

Con el pretexto de reconstruir el Puerto Stanley de las Islas Malvinas, el gobierno británico avanza en el ambicioso proyecto de construir una nueva y estratégica terminal portuaria que atraería cruceros, buques pesqueros, de investigación científica e incluso petroleros, constituyendo un paso clave hacia la Antártida.

El proyecto surge de un acuerdo entre las autoridades británicas que ocupan las Malvinas y el astillero del Reino Unido Harland & Wolff y, según consignó Clarín, requerirá una inversión de 150 millones de dólares.

La pretensión expansionista chilena denomina Territorio Chileno Antártico, o en ocasiones Antártica Chilena, a un sector de continente antártico, ubicado entre los meridianos 53° O y 90° O, sobre el que el país mantiene una reclamación territorial.​ El sector, que se solapa parcialmente con las áreas reclamadas por Argentina (Antártida Argentina, se solapa entre los meridianos 53° O y 74° O al sur del paralelo 60° S) y por el Reino Unido (Territorio Antártico Británico, se solapa entre los meridianos 53° O y 80° O al sur del mismo paralelo), es reclamada por la República de Chile como parte integrante de su territorio.
La pretensión expansionista chilena denomina Territorio Chileno Antártico, o en ocasiones Antártica Chilena, a un sector de continente antártico, ubicado entre los meridianos 53° O y 90° O, sobre el que el país mantiene una reclamación territorial.​ El sector, que se solapa parcialmente con las áreas reclamadas por Argentina (Antártida Argentina, se solapa entre los meridianos 53° O y 74° O al sur del paralelo 60° S) y por el Reino Unido (Territorio Antártico Británico, se solapa entre los meridianos 53° O y 80° O al sur del mismo paralelo), es reclamada por la República de Chile como parte integrante de su territorio.

En principio, se había establecido el 2024 como año de reemplazo del Puerto Stanley y de la firma del contrato, ocurrida en abril de 2020, participó la mega constructora británica BAM Nuttall, la cual presentó el plano de un nuevo puerto en agosto.

En 2021, el gobierno de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, denunció a BAM Nuttall por emprender el proyecto portuario sin su autorización y ya desde entonces las autoridades fueguinas alertaron sobre los intereses de los británicos en avanzar sobre el territorio antártico.

Con la construcción de este puerto, Gran Bretaña pretende consolidar su colonialismo en Malvinas y la región como punta de lanza para extender su influencia sobre la Antártida. Pablo Daniel Blanco, senador nacional por Tierra del Fuego

También viene advirtiendo contra la iniciativa británica la Fundación Marambio, la cual desde hace tres años señala que ese proyecto “puede poner en jaque la política antártica de Argentina”, según citó NA.

Cabe recordar que el Reino Unido reclama ejercer control sobre una porción del continente blanco que coincide con la que actualmente pertenece a la Argentina e incluso la excede.

A todo esto y hasta el momento, el Gobierno se limita a la inacción o, cuanto mucho, a las reacciones tuiteras, como sucedió con la visita del canciller británico Cameron a las Islas.

En ese entonces, la Ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, simplemente contestó con un sarcástico tuit en su cuenta personal.

Ya con la extensión del área marítima bajo control británico, la Cancillería emitió una nota de protesta, pero, como consignó LPOen Tierra del Fuego continúa reinando la preocupación por la falta de reacciones contundentes de parte de Javier Milei y sus funcionarios.

Muchos fueguinos señalan, incluso, que la actual gestión descuida la soberanía argentina en las Malvinas y la Antártida por decisión política.

Entre las señales que nutren esa sospecha se cuenta la paralización de la renovación del puerto de Río Grande, cuya puesta en valor sería fundamental para consolidar a la Argentina como un paso atractivo y necesario hacia el territorio antártico.

Además, desde la asunción de Milei, se paró por falta de fondos la construcción de la nueva base Petrel, una estación científica antártica.

Ya en octubre de 2023, el senador por la provincia argentina de Tierra del Fuego, Pablo Blanco, pidió a las autoridades que “el país haga lo que desde hace tiempo venimos reclamando los fueguinos: invertir para la creación del polo logístico de Ushuaia y ampliar su puerto”, de acuerdo a declaraciones publicadas por Clarín.

El parlamentario se pronunció luego de que el gobierno británico hiciera oficial que no se llevará a cabo la siguiente fase del proyecto de una nueva terminal en las Islas Malvinas (Falkland), un plan que en Argentina habían previsto que afectaría tanto el turismo como la llegada de buques científicos.

El Reino Unido determinó la expansión de la ilegal zona de exclusión en las islas usurpadas de soberanía argentina, a pesar de que a fines de septiembre de 2023, el Comité Ejecutivo del territorio británico reconsideró la construcción de la nueva instalación portuaria debido al alto costo, pues el presupuesto inicial se habría triplicado, luego de los estudios previos.

“El objetivo original era diseñar y construir una nueva instalación portuaria por entre USD 57 y USD 80 millones. Los costos detallados que hemos recibido asociados con el diseño actual estarían cerca de USD 180 millones, que los miembros consideran que no son financiables”, expuso el presidente de la Asamblea Legislativa, Roger Spink.

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