Se recuperó un rincón de Borges en Buenos Aires
Escribe Ricardo Sarmiento*
Se recuperó un rincón de Borges en Buenos Aires.
Pero fue necesario el interés de un emprendedor venezolano para que hoy, el lugar donde Jorge Luis Borges desayunaba o recibía amigos, periodistas y lectores, recupere su historia gastronómica y avance hacia la recuperación del perfil cultural de lo que fue el Café de las Artes, recreado ya como Arias Café.
“El tiempo había castigado este espacio que fue tan valioso en la vida social de Jorge Luis Borges. Con la apertura de este espacio recreado como Arias Café estamos honrando la memoria de un hombre clave de la literatura universal contemporánea”, dijo, a SRSur News Agency, Gustavo Arias.
Es precisamente Gustavo Arias el emprendedor que descubrió al Borges Borges porteño, cotidiano, a través de su obra y sus anécdotas a partir de un artículo en el diario La Nación que expresó el asombro del periodista Pablo Mascareño por el abandono del lugar.
“Empecé a ahondar en la vida de Borges y advertí la importancia que su trascendencia en la literatura universal tiene para los argentinos, sin importar que se le haya mezquinado el Premio Nobel por expresar libremente sus ácidas críticas y sutil ejercicio del humor con esa cuota de ironía que sólo es privilegio de las inteligencias que iluminan la vida”, explicó Arias casi con pudor pero con la clara decisión de honrar la memoria del escritor desde la gastronomía, la pastelería y el tradicional café porteño capaz de albergar tanto aquellas elevadas expresiones del arte como las terturlias de barrio o discusiones políticas entre amigos.
O quizá pueda hospedar aquellas sociedades secretas a las que perteneció el Coronel Francisco Borges, antepasado de Jorge Luis Borges, un hombre de honor y coraje que ofrendó su vida un amanecer de 1870 y con ello evitó (en la dignidad de un soldado sable en mano) un enfrentamiento de 2 regimientos leales al entonces Presidente de la Nación, Domingo Faustino Sarmiento, que se aprestaban a enfrentar a 4 regimientos que aún respondían a Bartolomé Mitre.
“Le propuse a mi familia recuperar el lugar y es así cuando nace Arias Café, una propuesta gastronómica fresca y actual que también impulsará una etapa renovada de vida para la Galería del Este”, añadió el empresario.
“El antiguo Café de las Artes que frecuentó Borges ya está recuperado y activo para recibir al turista y al transeúnte urbano de esta ciudad de Buenos Aires en constante transformación. Ahora está llegando el momento de avanzar al objetivo mayor de recrear, como Arias Café, el centro de vida cultural que fue este rincón de Borges en Buenos Aires”, anunció Gustavo.
Arias Café tiene reservado un espacio para destacar el lugar donde Borges firmaba ejemplares de sus libros, un espacio pegado a la Librería de la Ciudad, que era también fue el escenario donde Gabriel García Márquez presentó por primera vez en sociedad su “Cien años de soledad” editado en Buenos Aires para dar luego un aporte más a la literatura universal.
En donde se recuperó un rincón de Borges en Buenos Aires, el escritor aconstumbró a desayunar con dos medialunas de manteca y un vaso de leche fría.
También tenía sus platos preferido: un bife o milanesa, siempre acompañados de con arroz blanco. Este hábito gastronómico de Borges fue recuperado por Auri Arias.
“Una preferencia de Borges consistió en tener siempre algo blanco en sus platos”, reseñó Gustavo.
Con esta referencia, la Chef creó un plato homenaje que llamó “Menú El Aleph”, un bife a punto acompañado de arroz blanco y queso parmesano rayado.
La Chef venezolana también creó la “Milanesa Ficciones” que consiste en una suprema de pollo apanada con copos de maíz, acompañada de puré de papas con aceite de hongos.
El postre elegido de Borges era el clásico “queso y dulce” que mantiene plena vigencia en la gastronomía porteña.
Ya en la repostería de Arias Café, se luce la hora del té con la torta de Tres Leches de la maestra pastelera Kary Martínez, quien varía entre un bizcochuelo o pionono de vainilla humedecido con “leche evaporada, leche condensada y crema de leche”, una opción discretamente dulce, decorada con merengue italiano.
Entre tés de durazno y mango, o manzana, canela y miel, también brilla la torta de piña invertida que refleja la cálida personalidad de Kary Martínez.
La Chef Auri Arias consolidó su vocación en el Instituto Argentino de Gastronomía, con maestros como Osvaldo Gross, Ariel Rodríguez Palacios, Gustavo Fonso Carrillo.
Kary Martínez debió tomar su tiempo para reconvertir 15 años de experiencia en la pastelería venezolana para reconocer y adoptar los gustos y elementos propios de la repostería argentina.
“La harina, la leche tienen características propias en este país, del mismo modo que las frutas”, destaca la maestra pastelera de Arias Café, certificada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y siempre atenta a las recetas que el maestro Osvaldo Gross compartió abiertamente en Instagram durante la pandemia.
Con Arias Café se recuperó un rincón de Borges en Buenos Aires pero también comienza la revitalización de un espacio urbano donde la calle Maipú 971 se acerca al corazón más tradicional del barrio de Retiro.
Arias Café se identifica con una A mayúscula que mimetiza la inicial del nuevo nombre y de las artes que albergó su historia.
Está a un paso de Plaza San Martín, rodeada por la Cancillería, el edificio Kavanagh, la moderna sede de American Express, el clásico Círculo Militar o la celebre peatonal Florida que se recrea a su ritmo al paso de turistas que regresan con viento a favor de un tipo de cambio ventajoso para el visitante que se hospeda en hoteles cercanos o llega al puerto en temporada de cruceros.
*Consultor de Negocios e Inversiones. Director/Editor de SRSur News Agency. CEO & Founder de SRSur Consultoría Estratégica
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