09/05/2024
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El litio de Bolivia es como oro blanco en el Salar de Uyuni

Escribe Isabella Hellton*

El litio de Bolivia es como oro blanco en el Salar de Uyuni.

A medida que el mundo atraviesa la gran transición energética (de los combustibles fósiles a las energías y baterías alternativas), los metales de tierras raras se vuelven más preciosos.

Abra The Economist, Forbes o Fortune y verá un artículo casi todos los días sobre litio, níquel o cobre. Para los inversores que buscan sacar provecho de la transición, el litio parece una apuesta segura.

Apodado “oro blanco” para los vehículos eléctricos, el metal liviano juega un papel clave en los cátodos de todo tipo de baterías de iones de litio que alimentan los vehículos eléctricos (EV).

Aunque los vehículos eléctricos producen menos gases de efecto invernadero que los vehículos que funcionan con gasolina o diésel, sus baterías requieren más minerales, particularmente litio.

El 26 de septiembre, el campus de Duke dio la bienvenida al primero de una serie de debates sobre diplomacia climática y energética centrados en los desafíos y oportunidades de la minería y el desarrollo en el Triángulo del Litio de América del Sur.

En una sala llena de curiosos estudiantes universitarios y de posgrado, algunos con la suerte de haber conseguido un asiento mientras que otros permanecían en los perímetros, tres expertos discutieron el posible futuro de Bolivia como actor importante en el mercado mundial del litio.

El distinguido profesor de Duke University, Avner Vengosh, catedrático de la Nicholas School de Calidad Ambiental, en la Escuela de Medio Ambiente, comenzó destacando el asombroso crecimiento de los vehículos eléctricos en 2020-2022: las ventas de automóviles eléctricos se han más que triplicado en tres años, de alrededor del 4% de las ventas de  los automóviles nuevos en 2020 al 14% en 2022. Se espera que esa cifra aumente al 29,50% en 2028. Hablando del elemento crítico para la producción de vehículos eléctricos, el litio, Vengosh dijo con franqueza: “no tenemos suficiente”.

El litio se extrae de dos fuentes principales, explicó Vengosh. El primero proviene de la pegmatita de roca dura, de donde se extrae el litio mediante una serie de procesos químicos.

La mayoría de estos depósitos se encuentran en Australia, la fuente más grande del mundo. El segundo proviene de salmueras ricas en litio, que generalmente se encuentran en Argentina, Bolivia y Chile, también conocido como el “Triángulo del Litio”.

Estos depósitos de salmuera se encuentran típicamente en depósitos subterráneos debajo de salinas o lagos de agua salada.

El Salar de Uyuni en Bolivia es el lago salado más grande del mundo y la mayor fuente de litio del mundo. Se extiende por más de 4.050 millas cuadradas y atrae a los turistas con su superficie reflectante similar a un espejo.

Un grupo de estudiantes de Duke dirigido por un candidato a doctorado que realiza una investigación sobre el desarrollo del litio en Bolivia viajó recientemente a Bolivia para comprender diferentes aspectos de la minería del litio. Hicieron preguntas que incluyeron:

  • ¿Qué tan renovable es la salmuera de litio?
  • ¿Hay otros minerales crudos críticos en las salmueras ricas en litio?
  • ¿Cuáles son los posibles efectos ambientales de la extracción de litio?
  • ¿Cuál es la huella hídrica del proceso de extracción de litio?
  • ¿Se está convirtiendo el agua en un factor limitante para la producción de litio?

El equipo de Duke realizó un estudio con la salmuera natural del Salar, tomando muestras de salmueras profundas, estanques de evaporación, sales de estanques de evaporación, aguas residuales y carbonato de litio. Vengosh dijo que “podemos ver cierta inconsistencia en la química del agua que fluye hacia la química de la salmuera”.

Esto indica que existe un proceso geológico más complejo en la formación de la salmuera que el simple flujo de agua hacia el lago.

El equipo también confirmó la alta pureza del producto de carbonato de litio y que no hay impurezas en el material.

Además, el equipo de Duke descubrió que la química de las aguas residuales producidas después de la producción de carbonato de litio no es diferente de la de las salmueras originales. Por lo tanto, no existen limitaciones para reciclar el agua de regreso al sistema Salar.

Después de que Vengosh compartiera los hallazgos del equipo de investigación de Duke, Kathryn Ledebur, directora de la Red Andina de Información (AIN) en Cochabamba, Bolivia, y el Dr. Scott MacDonald, economista jefe de Smith’s Research & Gradings y miembro del Caribbean Policy Consortium, discutieron sobre la política para el litio en Bolivia.

Con los mayores depósitos de litio sin explotar del mundo, Bolivia ha elaborado un plan piloto para su producción de litio, pero Ledebur destacó que el mayor obstáculo es la ampliación. Además, con un sistema único de consulta previa entre el gobierno central y 36 grupos étnicos e indígenas en Bolivia, los recursos naturales son un tema clave de preocupación y acción de base. Ledebur dijo: “No veo que esa cuestión cambie en el corto plazo”.

Otro obstáculo es que la ley boliviana exige que el proceso de extracción sea controlado por el Estado (el Estado debe poseer el 51%). Los inversores extranjeros han dudado en trabajar con el gobierno central, que nacionalizó el litio en 2008 a pesar de que, según los críticos, carecía de gran parte de la tecnología y la experiencia necesarias.

El escritor Maxwell Radwin, sostiene en News Mongabay que “Evo Morales, el ex presidente socialista que ocupó el cargo de 2006 a 2019, nacionalizó la industria, prometiendo que los intereses extranjeros no saquearían los recursos naturales de Bolivia como lo habían hecho en el pasado. En cambio, dijo, el litio impulsaría al país al estatus de potencia mundial.

Sin embargo, Morales no sólo quería exportar litio; quería producir baterías y automóviles para exportar.

Esto complicó los acuerdos con inversores potenciales de Francia, Japón, Rusia y Corea del Sur, ninguno de los cuales llegó a buen término porque, entre otras cosas, se les exigió que aceptaran a YLB (la empresa estatal de litio) como socio igualitario”.

Ledebur dijo que “hasta este momento, el gobierno boliviano ha firmado tres contratos… y creo que las cosas se arreglarán”.

Los detractores dicen que el gobierno boliviano no ha hecho nada para aprovechar el enorme mercado que se encuentra debajo de sus Salar y que las consultas de base no funcionan. Ledebur dijo: “No creo que sea perfecto, pero está sucediendo”.

*Duke University, Estados Unidos

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