La continuidad ideológica contemporánea del nazismo

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La continuidad ideológica contemporánea del nazismo está en el fundamentalismo islámico radicalizado que lidera Irán con sus proxis activados el 7 de octubre de 2023.

Escribe Ricardo Sarmiento*

Sólo la ceguera intelectual o el fanatismo ideológico, o el odio a la condición humana, alimentan la burda negación de que el 7 de octubre de 2023 no fue un mero acto terrorista sino la puesta en práctica de un renovado proyecto de exterminio de los judíos y, más aún, de todos los infieles que no adhieren al Islam.

Basta una simple lectura del contenido de la segunda cláusula de la Carta Constitutiva de Hamás, redactada en 2006, que dice que el objetivo es “la desaparición del Estado de Israel y de todos los judíos del mundo”.

El video muestra niños armados por Hamás en la ideología de odio de la “yidah islámica” a semejanza de las juventudes hitlerianas o de los camisas negras de la Italia de Mussolini.

Esto muestra que Irán, al activar para este plan siniestro y genocida, movilizó sus brazos operativos para recrear o relanzar el mismo objetivo de Adolph Hitler al poner en marcha la macabra maquinaria del Holocausto.

El fundamentalismo islámico más radicalizado ejerce el odio criminal hacia los judíos de Israel y del mundo, y a los “infieles”, como se pudo verificar en los atentados terroristas contra la Embajada israelí en Buenos Aires en 1992; contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en 1994.

Ambos atentados provocaron 29 muertes en la Embajada y 85 muertes en la AMIA. Las complicidades políticas y las oscuras tramas judiciales permiten que ambos atentados sigan impunes.

La zaga siniestra continuó con la destrucción de las Torres Gemelas de Nueva York, y se esparció en el mundo con los ataques a civiles en cualquier parte de Europa, como sucedió en la Rambla de Barcelona, en París contra el semanario satírico Charlie Hebdó.

El atentado contra Charlie Hebdo, semanario satírico francés, fue un tiroteo llevado a cabo en París el 7 de enero de 2015, cuando dos hombres enmascarados, armados con fusiles de asalto y otras armas entraron en las oficinas de la revista.

Atentados “a cuchillo” en Estados Unidos, Alemania, Suiza, Austria, Reino Unido, Suecia, Bélgica, o embestidas indiscriminada con vehículos convertidos en armas letales se reprodujeron causando muertes de civiles judíos o no judíos.

Esa es la cruda realidad aunque haya personajes que sólo muestran su más profunda miseria humana al negar el patético objetivo de recibir una recompensa sexual en un paraíso inmaterial y ficticio que sólo es real en mentes enfermas de odio formadas así desde la infancia.

Esa penosa motivación de los “mártires” o “lobos solitarios” supone que los caídos al grito a “Alahú Akbar” llegarán, en recompensa a ese falso heroísmo, a un espacio donde serán recibidos por decenas o centenares de mujeres “vírgenes”.

La sociopatía del terrorismo islámico, organizado o no, se desató o se puede desatar en cualquier momento, o en cualquier lugar del mundo porque algún arrogante sucesor de Mahoma ha “decretado” la “yidah islámica”, una verdadera guerra santa basada en el odio étinico y religioso.

En este contexto hay grupos o individuos que, alternativamente, niegan, se burlan o reivindican y celebran de modo vulgar este último intento de recreación del Holocausto en menor escala que lo sucedido en la mayor tragedia para la humanidad en el siglo XX.

Ignorar que Mein Kamfp está traducido al árabe y que fue hallado en muchos procedimientos de las FDI es negar la realidad más cruda: el fundamentalismo islámico más radicalizado intenta ser la continuidad ideológica e histórica contemporánea del nazismo.

El adoctrinamiento de niños desde muy temprana edad en la ideología más radicalizada del Islam se asemeja a las formaciones de las juventudes hitlerianas de la Alemania nazi o a los camisas negras de la Italia de Benito Mussolini.

*Director Editor de SRSur News Agency. Analista geopolítico y de seguridad internacional

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