Comenzó un freno a la producción industrial
Escribe Ricardo Sarmiento*
Comenzó un freno a la producción industrial, y desabastecimiento interno en Argentina, con mayor intensidad desde el día después de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
En junio ya comenzó una caída del uso de la capacidad industrial instalada que se acentuará en los próximos registros del Indec para julio, agosto y septiembre.
La falta de insumos importados ya paralizó algunas actividades industriales, como es el caso de la planta automotriz de Peugeot, en El Palomar, provincia de Buenos Aires.
Esta carencia de insumos importados, además, está proyectando una baja en la productividad de la industria petrolera en Vaca Muerta, a pesar del exitismo de la provincia de Neuquén que celebra las exportaciones pasadas y no expone las dificultades reales de la actividad.
La brusca devaluación oficial del tipo de cambio, al día siguiente de las PASO, tiene una cierta semejanza con aquella histórica devaluación de sólo 10% que impuso, un viernes de 1981, el entonces ministro José Alfredo Martínez de Hoz. El cambio de marcha motivó el recambio de ministro en Economía. Salió Martínez de Hoz y entró Lorenzo Sigaut (padre).
Aquella decisión, como la actual, rompieron con el método de crawling peg aplicado a la política cambiaria. Aunque muchos, aún los gobernantes y los candidatos actuales, no recuerden la historia, aquella ruptura del crawling peg (devaluación progresiva y controlada) generó un salto en costos, inflación y hasta en quiebras empresarias.
En esta oportunidad, por decisión de Sergio Massa, ministro de Economía y candidato presidencial por el kirchnerismo, se aplicó una devaluación de otro 20% de la moneda nacional frente al dólar, el impacto será mayor y en más corto plazo.
Desde el lunes, las remarcaciones de precios se aceleraron. Las empresas y los comercios minoristas se resisten a entregar mercaderías por temor a vender a un nivel menor al costo de reposición. El dólar paralelo saltó más de 200 pesos y se convirtió en una referencia clara de la incertidumbre reinante en la economía argentina.
Por esto, el dato de inflación de julio, en 6,3%, se tornó aleatorio. Los impactos de la devaluación que reflejan el dólar oficial y el paralelo se verán fuertemente en los precios de agosto. La estadística oficial siempre está un paso atrás de la economía real.
Ya hay desabastecimiento en la Argentina que será un factor creciente en la volatilidad de la economía hasta el recambio presidencial el próximo 10 de diciembre.
Desde el Indec se informó hoy que “la utilización de la capacidad instalada en la industria exhibe un nivel de 68,6% en junio de 2023, inferior al registrado en junio de 2022 (69,5%).
Los bloques sectoriales que presentan niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general son, por ahora, refinación del petróleo (82,4%), industrias metálicas básicas (81,0%), papel y cartón (77,4%), sustancias y productos químicos (74,7%) y productos minerales no metálicos (74,4%).
Los bloques sectoriales que se ubican debajo del nivel general son industria automotriz (64,9%), productos textiles (64,4%), productos alimenticios y bebidas (64,2%), edición e impresión (61,2%), metalmecánica excepto automotores (60,1%), productos del tabaco (56,8%) y productos de caucho y plástico (55,4%).
En junio de 2023, respecto al mismo mes de 2022, la principal incidencia negativa se observa en las industrias metálicas básicas con un nivel de utilización de la capacidad instalada de 81,0%, inferior al registrado el mismo mes del año anterior (87,2%). Según datos de la Cámara Argentina del Acero, la producción de acero crudo presenta una caída interanual de 8,8% en el mes de referencia.
De acuerdo con la mencionada Cámara, la menor producción de acero está relacionada a medidas de fuerza por conflictos gremiales y a una menor demanda por parte de los sectores de la construcción y de fabricación de maquinaria agrícola.
Los productos minerales no metálicos registran un nivel de utilización de la capacidad instalada de 74,4%, inferior al del mismo mes de 2022 (82,7%), como consecuencia, principalmente, de la menor fabricación de cemento, ladrillos huecos, placas de yeso, y pisos y revestimientos cerámicos.
Según datos del indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC), en junio se evidencian caídas interanuales de 2,1% en el consumo interno de cemento, de 9,8% en el consumo interno de ladrillos huecos, de 3,2% en el consumo interno de placas de yeso y de 13,5% en el consumo interno de pisos y revestimientos cerámicos.
Los productos alimenticios y bebidas exhiben un nivel de utilización de la capacidad instalada de 64,2%, inferior al registrado en junio del año anterior (65,4%), vinculado principalmente a la menor molienda de oleaginosas.
En junio de 2023, respecto al mismo mes de 2022, la principal incidencia positiva se observa en la industria automotriz con un nivel de utilización de la capacidad instalada de 64,9%, superior al de junio de 2022 (59,8%), relacionado con la mayor cantidad de unidades fabricadas por las terminales automotrices.
La refinación del petróleo muestra, en junio, un nivel de utilización de la capacidad instalada de 82,4%, superior al registrado el mismo mes del año anterior (81,2%), a partir del mayor nivel de procesamiento de petróleo crudo.
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*Periodista argentino, Director y Editor de SRSur News Agency
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