TENDIDO DEL GASODUCTO NESTOR KIRCHNER

Para el gas natural, la infraestructura de evacuación es generalmente el escollo para llegar al mercado.

Escribe Álvaro Ríos Roca*

Durante la reciente Celac (Buenos Aires), se dieron una serie de anuncios de integración con gas natural para llegar desde Argentina hasta Brasil.
Hagamos unas puntualizaciones concretas a este respecto.
La cuenca neuquina en Argentina, de la mano de los hidrocarburos no convencionales, ha probado excelentes resultados de eficiencia y bajos costos de producción. Varios pozos pilotos ya perforados muestran el potencial del recurso y hay proyectos desarrollados y en desarrollo con perforación masiva de pozos (factory drilling) tanto de petróleo como de gas
natural.
Esto ocurre, mientras todas las otras cuencas de hidrocarburos convencionales declinan aceleradamente en reservas y producción. Gran diferencia: los hidrocarburos no convencionales deben descubrirse (riesgo exploratorio) y los no convencionales están básicamente descubiertos y sólo se los debe producir eficientemente.
La problemática en Argentina, para el gas natural, radica en que no existen/existían los gasoductos para evacuar gas natural desde Neuquén (Vaca Muerta) a los mercados. La macroeconomía, la regulación, tarifas congeladas, el tipo de cambio y otros factores no permiten que el sector privado pueda invertir y financiar gasoductos y estaciones de compresión bajo tarifación metodológica que permita recuperación de CAPEX y OPEX.
Así el Estado tuvo que sacar dólares casi inexistentes para invertir y financiar parcialmente el sistema denominado Transport.Ar, que tiene una inversión total cercana a los 3.500 a 4.000 millones de dólares.

Los productores de gas están ansiosos para que esta infraestructura se vaya concluyendo para llegar a un mercado interno (contractualizado hasta el 2028) y mirando la exportación regional con infraestructura disponible y con capacidad ociosa.
La primera parte del Transport.Ar es el gasoducto Néstor Kirchner que está en construcción entre Tratayen y Saliqueló y en agosto/septiembre tendrá capacidad para evacuar 11 de metros cúbicos por día.

En los primeros meses del 2024 estarán listas dos estaciones de compresión en estas dos localidades, que le darán una nueva capacidad de otros 11 millones de metros cúbicos por día, para llegar a un total de 22 millones de metros cúbicos por día. Hasta acá todo tiene financiamiento con una inversión estatal aproximada de 1.600 millones de dólares.

Con esta capacidad se puede reemplazar la declinante producción de otras cuencas y enviar algo más de gas a Chile.
Existe en el Tranport.ar un gasoducto adicional entre Saliqueló y San Jerónimo que requiere inversión aproximada de 689 millones de dólares para transportar 17 millones de metros cúbicos por día. Para esto se ha pedido financiamiento al BNDES de Brasil que aún está en veremos y que ya ha encontrado cierta oposición en ese país.
Se tenían que conseguir recursos económicos para infraestructura adicional para completar el Transport.ar y llegar hasta el norte de Argentina hasta el 2026, fecha en la que terminaba el contrato con Bolivia.

Pero la acelerada declinación de los campos en Bolivia, la disminución de exportaciones (2022, 2023 y 2024) y la culminación temprana del contrato, ha encendido todas las alarmas en Argentina. Se ha emprendido la reversión temprana del TGN con cambio de dirección de las estaciones Tío Pujio y Leones y obras complementarias. Con esto se podrán fluir, a inicios del 2024, 3 millones de metros cúbicos por día adicionales de sur a norte. Para lograr el financiamiento, se ha tenido que subir las tarifas a TGN con la Resolución
17/2023 y tener los recursos oportunamente para esta obra de emergencia.
Para dejar de depender totalmente del gas de Bolivia el 2024, se ha solicitado a la CAF, el hoy Banco de Desarrollo de América Latina, otros 540 millones de dólares. Se reforzaría el tramo Beazley-La Carlota, construcción del gasoducto La Carlota-Tío Pujio, reversión de 4 estaciones de compresión y otras obras menores.

Se estima que la CAF tendrá una respuesta de financiamiento en marzo 2024.
Entrando en el tema regional, recordemos que un sin número de gasoductos han quedado vacíos o van quedando semivacíos entre Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y Bolivia. Para el gas natural la infraestructura de evacuación es generalmente el escollo para llegar al
mercado.
Para llevar gas natural al mercado de Brasil desde Neuquén se visualizan tres opciones. Una es GNL. La otra un nuevo ducto por Uruguayana hasta Porto Alegre y San Pablo con nuevas inversiones aproximadas entre 1.000 a 2.000 millones de dólares en suelo brasilero, dependiendo del volumen y hasta dónde se quiere llegar. La tercera, utilizar infraestructura existente y con capacidad ociosa por Bolivia.
Las dos primeras necesitan fuerte y nueva inversión y mucho más tiempo. La segunda requiere escasa inversión adicional en Argentina y menor tiempo. Lo fundamental es que los gobiernos actuales de los tres países actúen con inteligencia y con una visión integradora (con la cual nos bombardean mediáticamente muy seguido) y formulen regulación y articulación oportuna para que el gas pueda fluir desde Neuquén a San
Pablo y Cuiba y también al norte de Chile.
*Ex Ministro de Hidrocarburos de Bolivia y actual Socio de Gas Energy Latin
America

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